Capítulo 24

238 8 0
                                    

NARRA OLIVIA

¿Cómo terminamos teniendo a Pedri como guía turístico?

No tengo ni la menor idea

Pero acá estamos, en una de las playas más famosas de Tenerife, con mis amigas y con Pedri y Fer, que también los habíamos sumado al plan.

- Esta es una de las playas más lindas de Tenerife -nos cuenta Pedri de mientras que estábamos dejando nuestras cosas en la arena- es famosa porque los que vivimos acá la conocemos, no porque los turistas la conozcan -menciona- generalmente ningún turista la llega a descubrir.

- Es increible el color del mar -dice Solci- ¿nos metemos? -pregunta

- Dale vamos -dice Cami.

- Me sumo -dice Fer

- Yo voy en un ratito -respondo- voy a tomar un poquito de sol.

- Nuestra amiga es fan de tomar sol -le dice Cami a Fer y Pedri riendo y luego me mira a mi- ¿después te venís no?

- Sii obvio -le aseguro a mi amiga- seguramente en unos minutos me agarra calor y me meta al agua -Cami asiente.

- ¡El último que llega paga la cena de hoy! -dice Solci y todos arrancan a correr hacía el mar.

Menos Pedri

- Creo que te toca pagar la cena -digo riendo y él me sonríe- ¿por qué no fuiste al mar?, si te encanta -pregunto intrigada.

- Prefería quedarme acá, con vos -mis mejillas se tornaron de un color rojo de inmediato, siempre él lograba sonrojarme con sus comentarios, en todo momento.

- Mira que yo me voy a tirar en la toalla como una lagartija a tomar sol -digo riendo- no se si te copa mucho ese plan -digo mientras que me voy acomodando en la toalla que había traído del hotel.

- Cualquier plan que sea contigo me "copa" -dice copiando mi acento- ¿me prestas un pedacito de tu toalla?, me olvidé de la mía en casa -sonríe pícaro, este hombre me va a matar algún día.

- Pedri... -digo rodeando los ojos, me encantaría tirarme con él en mi toalla, pero sentía que todavía nos faltaban hablar cosas y no se si era el momento de volver a estar tan pegados.

Por el bien de los dos.

- Solo un pedacito -me hace puchero- Fer me mata si le robo su toalla.

A ver, la toalla que yo había traído era enorme, pero enorme de verdad, entran 3 personas fácil.

Pero sabía que no iba a poder controlarme si tenía a Pedri al lado mio solo con un bañador puesto.

Lo tenía muy claro.

Pero no le podía decir que no.

- Está bien, pero ponete en la punta -le aclaro, escondiendo la pequeña sonrisa que se me había escapado.

- Mira que no te voy a comer Oli -dice bromeando y yo abro los ojos demasiado.

- Ay ya se bobo -digo riendo y enseguida me siento en una punta de la toalla y él hace lo mismo.

Me acabo de dar cuenta de que no me puse protector solar en la espalda.

Mierda.

Mis amigas estaban en el agua y no me podían ayudar, yo con mis manos no llegaba.

Solo me quedaba una opción.

- Pedri -lo llamo y él se giró hacía mí- ¿te puedo pedir un favor? -pregunté tímida.

- Si decime -responde.

- ¿Me pones protector en la espalda?, es que salimos muy rápido del hotel y me olvidé de pedirle a las chicas que me pongan -digo sonrojada.

Mi casualidad más bonita - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora