sweet baby 1 [+18] (terminada)

26

[Lisa Pov] [⛓️]

Mi Ruby terminó con buenas notas el colegio, a pesar de que la suspendieron un par de veces, sabemos que fue en defensa propia.

Asi que decidí regalarnos un viaje, ese viaje a la playa que le prometí hace unos meses.

En la mañana desperté sola en la cama. Ruidos molestos venían desde el baño.
Se quién quien es porque la oigo maldecir tiernamente.

—Estúpida! Soy estúpida! Y mi Lili también por no darme tiempo para empacar.

—Estúpida yo?

—AAH! Maldición! Si, tu eres estúpida.

—No necesitas muchas cosas, toma un poco de ropa interior y ya.

—Aja... te va a agradar que los demas me vean caminando solo en ropa interior?

Buen punto.

—Solo pon algunos vestidos y ya. Si falta algo, lo conseguimos en el hotel.

—Todo es tan fácil para ti, mommy. No veo que hayas hecho tu maleta.

En el avión las cosas no mejoraron.

A mi Ruby le asignaron el asiento del lado de la ventanilla, aunque fue una felicidad efímera, pues eso implicaba que yo me tendría que sentar junto
a la extraña mujer que no paraba de comer dulces.

—Acompañame al baño, Lalisa.

—...Como que "Lalisa"?

—Tu solo ven.

No me deja otra opción.

Jennie me arrincono dentro del pequeño baño del avión. Espero que lo tenga que decirme sea importante.

—Tu te sentaras del lado de la ventanilla.

—Pero, por qué?

—Mommy... ya sabes porqué. La extraña te estaba pidiendo que le ayudes a contar sus dulces. Lo siguiente será que abras su botella de
agua y despues—

—Bebé, la "extraña", es una niña. Apuesto que tiene tu edad.

—Peor aún, Lalisa!

—No me digas, Lalisa. Sabes bien que puedo azotarte el trasero en este pequeño baño.

—...Lo se, mommy. Perdon

—Bien, ahora vamos.

Intento abrir la puerta, pero ella vuelve a hablar. Siempre debe tener la última palabra.

—Lalisa tonta!

Puedo sentir su sonrisa maliciosa cuando alejo mi mano de la puerta.
Ella siempre gana, siempre obtiene lo que quiere.

El pequeño baño tiene un lavamanos y un retrete, pero aun asi el pequeño espacio no me impedirá que le de su castigo.

Ella esta a punto de bajar sus pantalones, lista para los azotes. Pero se me ocurre algo mejor.

—Ruby... traes brassier?

Ella niega con la cabeza, y me mira temerosa mientras levanto su camiseta.
Cuando veo sus pequeños pechos frente a mi, decido que este serán mi nuevo castigo favorito.

Crecieron un poco mas, se ven mas grandes que los mios.
La brisa fresca vuleve erectos sus pezones, y los hace irresistibles, logrando hacerme olvidar que debo castigarla.

—Que hará conmigo, mommy?

Esta impaciente, y yo igual.
Con mis manos recorro su cintura desnuda, mi Ruby tiene una piel suave y con algunos pequeños lunares que la hacen única.

Mis dedos suben hasta bordear sus pechos, no hago nada especial ahí, voy directo a sus rosados pezones.

—Quien soy para ti, Ruby?

—Mommy...

—Y que puede hacer mommy contigo?

Se lo que puedo hacer con ella. Solo me gusta oirla decirlo. Y si me lo dice mientras retuerzo sus pezones es mas excitante.

—Aaah! Lo que quiera... aAh!

—Durante todo el tiempo que estemos en la playa, tendrás prohibido llamarme por mi nombre.

—En el hotel también?...AaH!

—En el hotel también... Como me llamarás entonces?

—Aah! Mommy!

Mis pulgares hacen presión sobre sus botoncitos y los mueven duramente, aumentando sus jadeos y obligandola a juntar sus piernas para tener algo de contacto en su centro.

No se lo iba a permitir al principio, pero es placentero para ambas, y creo que mucho mas placentero para mi. Verla sufrir porque necesita que la toquen.
Alguien golpea en la puerta del baño, y me molesta un poco. Estamos en la mejor parte.

—Ma... mommy... aah

Descargo mi enojo sobre sus pequeños pechos, llevandolos a mi boca y rozandolos con mis dientes, solo un poco.

—Ruby... mi polla... va a explotar... si continuamos... asi.

A ella no le importa. No le importan tampoco los forcejeos en la puerta, ni los gritos. Pero se vuelven cada vez mas insistentes, y difíciles
de ignorar.

—Vamos a entrar, háganse a un lado por favor.

Desde afuera se oyen los murmullos.
Vuelvo a vestir a mi Ruby, con mucho pesar cubro sus lindos pechos, y acomodo su cabello. Sus labios estan hinchados y rojos, pero no hay nada que pueda hacer.

La puerta se abre y quienes estan del otro lado nos miran juzgandonos, o mas bien juzgandome.

—Estan bien?

—S... si, solo que mi... Mommy y yo nos habiamos quedado encerradas. Nada grave.

Mi pequeña salva la situación y cumple con el castigo. Ella es inteligente.
Aunque ahora no podré besarla en la boca, porque las personas nos verán raro.

Salimos del baño y volvemos al asiento antes de que descubran nuestra mentira.

—Mommy... hagame dormir.

Debo pensar en una manera de hacerla dormir y que no ne tilden de pervertida.
Casi siempre suele quedarse dormida desnuda sobre mi. O con su mano cerca de mi boca, según ella, para que nadie me robe besos mientras duermo.

Quito mi chaqueta y nos cubro el torso.
Me acerco a su oreja para susurrarle que tampoco traigo brassier. Ella sabe que hacer con toda esa información.

Disimuladamente lleva su manito bajo mi camiseta y acaricia mis pechos. Los aprieta y los suelta jugando con ellos como si la desestresaran.
Su cabeza cae sobre mi brazo y se que lo siguiente que escucharé serán sus ronquidos de bebé.