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[Lisa] []

Le advertí que no se durmiera, pero no le importó. Aunque debí tener en cuenta que el agua relaja y hace dormir a los bebés. 

Ahora debo escucharla soltar suaves ronquidos en mi oído mientras subimos por el ascensor.

Cuando llegamos a la habitación, la dejo sobre la cama y cambio mi ropa antes de cambiar la suya.

A pesar de haber sido arrasada por una ola, su piel sigue teniendo un olor delicioso y dulce, adictivo.

Acaricio su cabello, y a este punto dudo que esté realmente dormida, pero pues no me quejo, me gusta encargarme de ella.

Dejo un beso en su frente y la cubro con las mantas antes de caminar hasta el gran ventanal por donde se puede apreciar el atardecer ya cayendo.

—Lili...

Ella aparece a mi lado con el rostro adormilado y vistiendo su pijama de verano. Bragas color lila y una camiseta corta color blanca.

—No estabas dormida?

Ella niega con la cabeza y me dice que solo quería que yo cambiara su ropa.

Mi atención se desvía a sus pequeños y erectos pezones, la tentación de hacerla mia es cada vez mas difícil de ignorar.

Uno pensaría que con el tiempo se volvería aburrido y monótono. Sin chiste. Pero ella hace su papel a la perfección, y quiero creer que yo también cumplo con lo mío


Mi Ruby no es inocente, pero logra hacerme creer que si.

Conoce mi cuerpo a la perfección, pero cada vez que me toca lo hace con miedo, como si fuera la primera vez y eso es lo que me gusta.

—Mommy... dijiste que me dirías porqué estabas celosa.

—Dije que te lo mostraría.

—Eso! como lo hará?

A estas horas de la noche, las parejas y los solteros salen en busca de algún bar. La playa es el mejor lugar para pasar una buena noche en compañía y todos lo saben.

Mi Ruby se acerca a la ventana y mira hacia la calle mientras se lo explico, pega su cuerpo al vidrio y se aleja torpemente cuando lo siente frío.

Su espalda choca contra mi pecho y eso es lo que estaba buscando.

No le permito escapar cuando la rodeo con mis brazos.

—Eres mi pequeña, no es así, Ruby?

—Así es, mommy.

—Te gusta darme celos, verdad? Ruby... respondeme.

—No le doy celos... no a propósito.

—Es verdad. Solo soy yo que no puedo contenerme. No me agrada que te miren, y detesto que finjan ser amables solo para intentar llevarte a la cama

—Pero sólo soy suya. No debería ponerse así.

—De verdad eres mía?

—De verdad. Mire las bragas que traigo puestas, ya están mojadas de solo sentir su erección en mi trasero.

—Lo siento, es que alguien prometio encargarse, pero aún no lo ha hecho.

No necesita responderme. Se que tarde o temprano cumplirá con su palabra, asi es ella.

—Gracias por traerme a la playa, mami

Mi boca recorre su cuello y llega hasta el lóbulo de su oreja para

morderlo antes de hablar.

—No debes agradecerme. Quiero pasar mucho tiempo contigo y hacerte feliz.

Mis manos juegan con la tela de algodón de sus bragas, tirando de

ellas para crear una fricción en su centro.

Estoy ansiosa por quitárselas.

—Ma... mommy. Las personas nos van a ver. -ella susurra jadeando.

—Ese es el punto. Mañana... cuando te miren... van a recordar que soy yo quien te lleva a la cama.

—Pensaran que somos unas pervertidas y que nos gusta que nos miren

—No lo somos?

—Usted si, mommy esta un poco loquita pero me cuida y se mete entre mis piernas, también.

Mi mano se desliza entre sus muslos, y cubre su pequeño coño por encima de la tela.

La fría noche eriza su blanca piel y mi verga haciendo presión en su trasero moja aun mas sus bragas.

—Estas de acuerdo, Ruby?

—...sobre que, mommy Lili?

—Sobre que te coma el coño ahora mismo. El sol se ha ido, ya es momento, no crees?

—Puedo negarme?

Su espalda se apoya en mi pecho, se relaja conmigo.

—Quieres negarte?

Ella separa un poco mas sus piernas y guía mi mano adentro de sus

braguitas.

—Usted que cree.

Carajo. Su pequeño coño es suave y caliente. Únicamente mantiene una línea de vello, por que asi se lo pedí.

Es demasiada tentación. Quiero chupar su coño ahora mismo.

Antes de separarme de su cuerpo, levanto su camiseta y dejo desnudas sus pequeñas tetas  y la obligo a apoyar sus manos en el vidrio del ventanal.

Ella separa sus piernas para tener mas estabilidad, mientras me arrodillo tras ella.

Frente a mi tengo todo con lo que alguna vez soñé. Una playa y una mujer hermosa a quien comerle el coño.

—Comenzará, mommy?

Mi linda Ruby menea tiernamente su culo, acción que me obliga a darle una nalgada suave, me mira rápidamente y muerde su dedo pulgar. Lo disfruta.

Bajo su ropita interior y ella queda a mi disposición.

—Me puede repetir lo que hará conmigo, mommy Lili?

—No, ya no hay tiempo para hablar, pequeña.

—Aah! Mommy!

Mi boca cubre perfectamente la parte externa de su dulce coño cuando le doy una chupada.

—Perdón, bebé. No me aguante. Es que no sabes las ganas que tengo de chupar este lindo coño.

Mi lengua recorre duramente sus pliegues disfrutando de sus fluidos hasta que logro dar con su pequeño botoncito.

Ella tira su cuerpo hacia delante, casi pegando sus tetas al vidrio en busca de algo frío y jadea fuerte.

Chupo dos de mis dedos y se los meto. 

La siento contraerse y relajarse apretando mis dedos, y deseo meter mi verga completa en ella.

—Mommy...

Su voz se siente lejana, es extraño. Ya no puedo verla, ahora estoy

sola en la habitación del hotel.

—Ruby!

La llamo sin descanso, grito por ella porque la necesito conmigo.

Mi pecho duele. Y escuchar su vocecita a lo lejos me hace sentir peor.

—Lili! Por favor!

La oigo llorar, pero no la veo.

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sweet baby 1 [+18] (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora