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Miraba al techo del hospital mientras la culpa me consumía, Amelia, aquella chica que juré y me prometí proteger ahora estaba en coma, Lhyan no me podía ni siquiera ver a la cara, había roto mi promesa, simplemente no sabía que hacer.

Me lleve mis manos a mi cabeza mientras cerraba mis ojos con fuerza esperando que todo esto fuera un mal sueño, pero de pronto entro el doctor desviándome de todos mis pensamientos.

-Tom, tienes que tomarte los medicamentos, si quieres mejorarte lo antes posible lo tienes que hacer.- el guitarrista rodeo los ojos mientras se cruzaba de brazos mirando con desprecio aquellas píldoras.

-¿Como está Amelia?-

-¿Amelia Shäfer?- repitió el doctor mientras lo miraba extrañado a lo que el mayor asintió con su cabeza.- lo siento, no puedo darte mucha información de ella, no eres su familiar.-

-No lo soy, pero soy su pareja.- este respondió con firmeza en su voz mientras el doctor abrió sus ojos un poco sorprendido.

-Oh, está mejor, solamente puedo decirte eso, permiso, y tómate tus pastillas.- aquel le dio una última mirada para luego salir de la habitación y dejarlo solo y con mill palabras en su boca.

(...)

Camino al hospital un poco más repuestos, mi mano iba entrelazaba con la de Bill mientras observaba las calles mojadas por la lluvia.

Su mirada iba perdida, ese brillo que siempre portaba con ella ya no estaba presente, dolía demasiado verla de esa manera, no quería verla sufrir más.

-Voy a encargarme del caso de Tom.- esta de repente hablo mientras elevaba su rostro.- el camión también fue uno de los participantes que fue afectado, así que no quiero que culpen ni a Tom ni Amelia.-

-Muchas gracias mi amor...- este respondió con alivio ya que sabía que su amada era una excelente abogada.

De pronto en un semáforo se comenzaron a acercar muchas personas, demasiadas, Bill no podía avanzar ya que podía llevar a pasar a alguien, la gente gritaba y nos pegaba en el vidrio mientras decían nuestros nombres sin parar.

-Que mierda...- susurre mientras Lhyan apretaba mi mano al no saber que hacer, demasiado tiempo había pasado que no nos pasaba esto, cuando éramos más jóvenes y salíamos esto nos sucedía más seguido, pero ahora se veía asustada.

El teléfono de Bill sonó rápidamente mientras este fruncía el ceño, vi como dos guardaespaldas grandes se acercaban a nosotros y trataban de alejar a la gente, cosa que fue imposible.

Abrieron nuestras puertas para luego aquellos guardaespaldas cubrirnos con una tela de color negro y como me sostenían de mis hombros guiándome.

Sentía como me empujaban y gritaban mi nombre, caminamos un buen tiempo, rápido, hasta que por fin me subieron a una camioneta con los vidrios polarizados alejado de la multitud que nos rodeó por completo.

-¿Se encuentra bien señorita Lhyan?- el guardaespaldas se quitó sus lentes mientras me observaba viendo que todo estuviera en orden.

-Si...me encuentro bien, ¿donde esta Bill?- pregunté mientras miraba a todos lados tratando de encontrarlo.

-Lo tuvimos que subir en otra camioneta, ya que era un riesgo tenerlos a los dos en la misma, pero no se preocupe, lo llevaremos al mismo destino que a usted.- agradecí mientras suspiraba y tiraba mi cabeza hacia atrás esperando a que la camioneta andara.

Cerré mis ojos mientras sentía la gente gritando pero no quise ver nada más, simplemente estaba cansada, solamente me importaba Amelia en estos momentos, su salud.

𝑨𝒔 𝑩𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆...; Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora