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Al despertar me di la vuelta para ver quien estaba a mi lado ya que sentía un peso sobre mi cama, al darme cuenta que era Amelia le deposite un pequeño beso en su mejilla para luego dirigirme al baño y poderme duchar.

Como pude camine hacia allá ya que mis caderas dolían y mis piernas se tambaleaban un poco por aquella noche que había tenido.

Me mire al espejo con mi cuerpo desnudo y me di cuenta de las marcas que habían en mi cuello y pechos, recorrí aquellas con mis dedos mientras en mis labios se formaba una sonrisa al recordar todo lo qué pasó.

(...)

Mi cabello estaba húmedo ya que me había duchado para estar más fresco mientras me encontraba en la cocina preparándome un café ya que había quedado agotado por anoche, el simple hecho de pensar lo que sucedió no puedo evitar crear una gran sonrisa en mi rostro.

Sentí unos pasos provenientes del pasillo y al mirar hacia allá se asomó mi amada secando su cabello con una toalla.

Al verla el mayor sonrío mientras se acercaba la menor, tomo de su cintura muy cuidadosamente para luego atacar a sus labios.

Ladeábamos nuestras cabezas mientras sentía sus pequeñas manos recorrer mi cuello dejando unas caricias, su cabello húmedo chocaba con mis manos mientras tomaba de su cintura subiendo mi mano para acariciar su espalda.

Lamentablemente nos tuvimos que separar por la falta de aire haciendo que nuestros labios no sientan la calidez del otro.

-Buenos días mi amor...- susurró el mayor agitado mientras quitaba algunos mechones de cabello del rostro de su amada.

-Buenos días cariño...- al escuchar por cómo me nombró elevé mis cejas mientras mis labios se abrían levemente.

Sus ojos brillaron al cómo lo llame, no suelo decirle apodos, se me hace difícil poder demostrarle mi amor con palabras, pero siempre hago lo que puedo, en un pasado fui demasiado cariñosa, hasta cursi diría yo, que ahora se me dificulta mucho más demostrar mi amor, pero por el haría todo, hasta lo imposible.

Luego de estar juntos un buen rato decidimos preparar el desayuno para los demás.

-Iré a ver a Amelia, no tardo- hablo la menor mientras se dirigía al cuarto que compartía con su hermana.

-Mmm...- musito la joven mientras se estiraba.

-¡Buenos días mili!- la peli blanca se abalanzó sobre su hermana mientras esta se quejaba y reían.

-Buenos...días- habló en un bostezo la joven mientras seguía riendo.- uy- musito.

-¿Que pasa?- pregunto ladeando su cabeza levemente.

-Estamos muy de buenas hoy...- respondió la joven mientras elevaba una de sus cejas y observaba a su hermana mayor con una mirada pícara.

-Oh..- musito nerviosa la peli blanca mientras se levantaba de la cama.- ¡ven a desayunar que ya está listo!- desvío el tema y en un rápido movimiento la mencionada salió de la habitación.

Suspire en una risa mientras me levantaba camino a la cocina, sabía que no solamente habían dormido, no soy estupida, se por que querían estar solos, pero en la forma en cual desvío el tema me dio mucha gracia.

Al llegar vi a todos ya sentados en la mesa listos para comer, Tom apenas me vio me otorgó una hermosa sonrisa en su rostro mientras se acomodaba para poder estar a su lado.

Desayunamos todos muy tranquilos, contaron como les fue anoche en la feria mientras reían, yo solamente escuchaba mientras comía y recordaba todo lo que yo y Bill habíamos hecho la noche anterior.








𝑨𝒔 𝑩𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆...; Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora