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La menor se encontraba concentrada hablando con el cobrizo mientras tomaba sorbos de su café bien amargo, en todo momento el peli blanco no le quitaba la mirada, atento a cada movimiento.

-Perfecto Lhy, esto lo veré en mi oficina para terminar algunos papeles más y luego si quieres yo puedo ir a tu departamento o tú vienes a mi oficina, no hay problema.- la menor creo una sonrisa en sus labios mientras agradecía, realmente quería demasiado a su amigo.

-Muchas gracias Andrew, cualquier noticia de Amelia te voy a mantener al tanto...- el cobrizo le dio un gran abrazo mientras acariciaba la espalda de la rubia al que ella correspondió al instante.

-No hay de que, cuídate.- el mencionado le dio una última sonrisa para luego dirigirse a la salida.- adiós Bill.- este añadió en un tono grave pero amable cruzando miradas con el peli blanco.

-Adiós.- sin más decir el cobrizo salió de la habitación un poco desanimado.

Bill se acercó a mi lentamente mientras tomaba de mi cintura quedando a centímetros de besarnos.

-Por que tan serio eh...- hable en tono burlón mientras ladeaba mi cabeza un poco y acariciaba sus labios con la yema de mi pulgar.

-Sabes que no me agrada Andrew.- este contesto firme mientras bajaba su vista a mis labios.

Sin pleno aviso ataque a sus labios, sus manos grandes se apoderaron de mi cintura mientras yo subía mis brazos a su cuello profundizando el acto.

El beso era tan pero tan...no puedo explicarlo, ¡es tan difícil! Simplemente Perfecto, nuestros ojos cerrados dejándonos llevar por el momento, el cuerpo del otra sintiéndolo tan cálido...

De pronto sentimos como la puerta era abierta teniendo que separarnos lamentablemente.

-Oh, lo siento mucho no quería interrumpirlos.- musitó el doctor mientras acomodaba unas hojas en su libreta.

-No se preocupe...- respondió el peli blanco con su respiración agitada mientras quitaba el bálsamo labial que la menor había dejado en los labios del mencionado.

-Venía a revisar que estuviera bien todo con Amelia.- el doctor comenzó a anotar en su libreta mientras veía las máquinas que estaban alrededor de Amelia.

-¿Esta todo bien?- pregunto la rubia mientras una de sus manos estaba en su pecho expresando preocupación y angustia al ver el ceño fruncido del doctor.

-Si, aun no hay pleno aviso de que despierte, pero sus signos vitales están bien, solamente hay que tener paciencia.- a las palabras del doctor suspire mientras bajaba mi cabeza, simplemente quería estar con mi hermana...

Aquello salió de la habitación despidiéndose para dejarnos nuevamente en un silencio absoluto, además de una de las tantas máquinas que rodeaban a Amelia que sonaban.

-Todo estará bien mi amor...- el mayor acariciaba la mejilla de la menor mientras observaba esos ojos que tanto amaba vacíos.

-Si...-musito- todo estará bien...- repitió mientras se acercaba a la camilla donde se encontraba su hermana tomando de la mano de aquella.

Tomé cuidadosamente una de sus manos acercándola a mis labios para dejar un beso en esta mientras cerraba mis ojos deseando con todo mi ser que despertara lo antes posible.








(...)








Los días pasaron rápido que se volvieron en semanas. Ya estábamos llegando a abril, Tom ya había salido del hospital, salió a la semana, Amelia aún no despertaba, cosa que a la menor ya le estaba desesperando, trato de seguir su vida como pudo, los conciertos que daba seguían con el mismo potencial aunque no sentía la misma energía que antes.

𝑨𝒔 𝑩𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆...; Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora