Capítulo tres.

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Red room.

Azael.

Me permito observarla de pies a cabeza, cómo si mi detallado escrutinio de hace un rato, mientras bailaba en la tarima, no fuese suficiente, en medio de mi análisis memoricé cada parte visible de su cuerpo. Sus felinos y llamativos ojos grises, el largo y lacio cabello con un poco de ondulaciones color rojo cereza que adorna su cabeza, los voluminosos, brillosos y estilizados labios que le decoran su perfilado y aristocrático rostro, y ni hablar de su esbelto y voluptuoso cuerpo.

«Induscutiblemente hermosa».

Normalmente, no hay muchas mujeres que me deslumbran, de hecho, son pocas. Pueden ser son las medidas más exagerada, la cintura super pequeña y el prototipo de cuerpo perfecto, pero ésta mujer...

Cac¹

Enfocándome de nuevo en su persona, la veo colocarse en posición cuando Where are you empieza a oirse en los altavoces.

Empieza con un movimiento sutil de sus caderas, jugando con su cabello y pasando sus manos por su cuerpo mientras se muere un poco el labio iferior sosteniéndome la mirada.

Siento a mi pantalón apretarme cada vez más.

Baja moviendo sus caderas hasta que queda de rodillas y con sus piernas un poco separadas. Continúa pasándose las manos por el cuerpo, tocando su figura para mí, enfocándose en su cuello apretando un poco en él. Alza su cuerpo un poco y volviéndolo a bajar ondulando suavemente sus caderas hacia adelante y hacia atrás, simulando ondulaciones sexuales.

Agarro la botella de mi whisky favorito para vaciarla en un vaso de cristal que había en la mesa y le doy largos sorbos, haciendo todo ésto sin quitarle la mirada de encima.

Se coloca en cuatro para acercarse a los barrotes de la jaula para agarrarse a ellos con sus dos manos y levantarse, dándome la espalda me permite ver sus redondeadas nalgas enfundadas en bragas de mi color predilecto. La polla me duele ante aquella vista.

Mueve sus caderas de un lado a otro hasta volverse agacar pero ésta vez dándome la vista de su apetitoso culo moverse arriba y abajo mientras su cabello se mece encima de él.

— Basta. Ven aquí —Demando con voz y rostro inexpresivo.

Acata mi demanda levantándose para abrir la jaula y bajar de ella, caminando hacia mí con ese delicioso contoneo sutil que ejercen sus caderas al caminar.

Cuando llega a mí le hago con un gesto de mi mano que se arrodille al frente a mi sillón, cosa que responde enarcando una de sus gruesas y perfiladas cejas para luego aniquilarme con la mirada y finalmente acatar mi orden, postrándose de rodillas frente a mí.

Me acerco hasta ella antes de darle otro generoso trago a mi vaso de whiskey. Ejerzo un firme agarre en su garganta para atraérla hacia mí, obligándola a inclinar su cara hacia arriba.

—Abre la boca, preciosa. Ahora.

Luego de lanzarme otra mirada fulminante, obedece. Cuando lo hace, vacío el líquido de mi whiskey en su boca haciéndola tragar cuando agarro su cabello inclinando su cabeza más hacia atrás y yo lucho con las ganas de devorar su cuello.

—El baile fue bueno, pero no lo suficiente para la cantidad de dinero que invertí en tí, retírate —Le digo antes de perder el control y abalanzarme a su boca para darle muchos usos. Mi entrepierna se endurece aún más ante el pensamiento de llenarle la boca con ella.

«Necesito tenerla. A toda costa».

[...]

Scarlett.

Scarlett's Desire [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora