Capítulo treinta.

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Try hard and we'll see.

Scarlett.

Tres semanas después.

Aspiro el delicioso aroma del chocolate caliente que he preparado para el brunch con Lily.

Preparé la bebida derritiendo chocolate semiamargo en varios mililitros de leche, lo endulcé y aromaticé con un poco de azúcar morena, clavitos de olor y canela. Para la consistencia cremosa, mezclé un poco de la preparación caliente con fécula de maíz y luego la vertí en la cacerola, lo mezclé hasta que tomó una textura más cremosa y deliciosa.

También preparé crepas rellenas de crema pastelera y crema de avellanas con cacao, algunos soufflé de chocolate blanco y algo de café.

Me encamino al patio trasero con todo lo necesario en un carrito, organizo la mesa de manera estética, tomo una foto a nuestra mini cena y la subo a insta stories mientras espero que Lily baje de su habitación.

Lleva semanas con el ánimo decaído, esfumándome el buen humor que estaba teniendo ya que si mi pequeña zanahoria no está bien no tengo ganas de aparentar buen ánimo cuando la mayor parte de mi vida se encuentra mal.

«Me emputa, pero más lo hace el hecho de que no me dice qué sucede con ella».

Es por eso que en el trascurso de éstas tres semanas me la he pasado recopilando aquella noche, buscando y atando cabos sobre el motivo de su decaída y en todos los pensamientos llego a una conclusión: Tiene que ver con el Lockwood menor.

Joder.

El ánimo de Lily me ha mantenido la mente ocupada para no pensar en aquél último suceso de esa estúpida noche.

«Me debato entre pedirle o no a Lily que se vaya a dormir conmigo a mi departamento mientras ella habla con el castaño.

Trato de no pensar en el demente ni en tremendo encontrón que nos pegamos y me enfoco en Lily.

Necesito hablar con ella, la noto extraña.

Soy sacada de mis cavilaciones cuando siento una pesada y fría mano en mi espalda baja. El tacto me llena de escalofríos y inmediatamente me hace tensar.

Éste ser de mierda se atreve a rodearme y postrarse frente a mí con una sonrisa asquerosa que me genera ansias de borrársela de golpe.

«¿Qué mierda hace aquí?».

Se supone que tiene una maldita orden de alejamiento.

-Cerecita, es un gusto verte de nuevo -me dijo con su cara de mierda.

Lily se percató de su presencia de inmediato y se posó a mi lado, a la defensiva.

- ¿Qué mierda estás haciendo aquí? -habló Lily entredientes, sin cohibirse.

-Querida cuñada, tambien es un gusto verte de nuevo, ¿qué tal estás?... -la analizó de abajo hacia arriba, enfocándose en su escote- Veo que muuy bien.

La sonrisa lobuna se ensancha, ensombreciendo aquél rostro estilizado que jamás en mi vida quise volver a ver.

Su puta insinuación me sacó del modo hielo en el momento que Liam se posó a mi lado.

- ¿Qué sucede? -El castaño adoptó una posición firme y amenazante, ocasionando que Travis lo mire despectivamente.

-Pero mira nada más...

Corté sus palabras.

-Travis, es una desdicha verte de nuevo. Si nos permites, puedes largarte de nuestra vista, nadie desea ver tu rostro. -aseveré amenazante y, con cuidado, halé a Lily para ubicarla detrás de mí.

Scarlett's Desire [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora