Capítulo once.

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Ice versus hot.

Azael.

Me recupero de tan placentero clímax con una cuestión muy clara en la mente: Scarlett no se va de acá aún.

Es adictiva ésta mujer, su cuerpo, su cara, su cabello, sus labios, toda ella. El éxtasis que sentí hace unos segundos es casi que inigualable.

La levanto del suelo con delicadeza, intentando no lastimar más sus sensibles glúteos y con sumo cuidado la ubico sobre el sillón que anteriormente ocupé.

Está callada, eso es algo raro en ella ya que bíonn rud éigin le rá aige i gcónaí¹.

Me inclino sobre ella para besar esos apetecibles y carnosos labios que se carga, la beso suave y sin prisas por unos segundos y ella me responde con la misma delicadeza hasta que encarcelo su cuello con mi mano derecha, apretando ganándome un jadeo de su boca sobre la mía.

- Suficiente delicadeza, Deas². - Hace el ademán de responderme pero la interrumpo antes de que salgan groserías de su bonita boca. - Tengo sed y tú serás quien le proporcione alivio a mi garganta.

No pierdo la ligera sonrisa que se genera en mi cara.

- ¿Ah sí? - Asiento. - ¿Y quién te dijo que deseo darte alivio, eh? - Sonríe ladeado, con su característica expresión odiosa.

Aprieto más su cuello viéndola mantener la sonrisa incluso con los labios entreabiertos por la sorpresa de mi apretón.

- Tu mirada, tu cuerpo y todo tu ser me lo dice. - La atraigo hacia mí, pasando mi lengua por su labio inferior con suavidad. - Y cómo hoy me encuentro complaciente seré tu proveedor de orgasmos.

Suelto una ligera risa que la hace lanzarme dagas por sus grises ojos y perder la sonrisa que tenía.

- Te ves muy seguro. - Retoma su expresión burlona en segundos. - Quiero verte intentándolo pero no te preocupes, trataré de fingirlos bien.

Termina la oración con un guiño haciéndome enfurecer pero sin demostrárselo.

- No habrá necesidad. - La vuelvo a besar con firmeza, chocando su labios con los míos sintiendo el frío piercing de su lengua. - Eso tenlo por seguro.- Susurro sobre su boca para seguir besándola con esmero.

Me aparto de ella mirando por varios segundos el encantador tatuaje de la araña sobre su abdomen bajo y por última vez me embleso mirando lo buena que se ve con esas bragas de látex oscuro que trae. Hace un contraste exquisito con su claro y sonrojado tono de piel. «Será una pena arrancárselas».

Juego con las tiras de las bragas inclinándome de nuevo para besarla antes de que usando la fuerza de mis manos jalo los costados de la prenda para arrancarlas junto a las medias veladas, facilitándome el paso a ese lugar que tanto deseo admirar y probar.

Jadea y se separa de mí, viéndome furiosa con su mirada gris.

- Mira, demente, por si no sabías acabas de tirar a la basura miles libras en esa prenda tan preciosa. - Intenta separarse más de mí, empujándome y no se lo permito. - Te costará muy caro compensar esa mierda, imbécil.

- El dinero nunca será un impedimento para mí. - Le muerdo los labios, pegándome a ella de nuevo. - Te mandaré a fabricar mil de éstos si es lo que quieres pero hazme un favor y cierra la boca ahora.

- Más te vale. - Susurra con odio.

- Si, ahora cállate. - La beso de nuevo cuando intenta responder, separando de su piel los trozos de látex y malla arruinados para vislumbrarme con ese bonito coño suyo.

Scarlett's Desire [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora