Capítulo quince.

2.5K 150 56
                                    

Nice to meet you, beautiful.

Scarlett.

En mi menú pedí como aperitivo un Tartar de salmón con caviar y crema agria. Para mi plato principal decidí probar una pechuga de pollo rellena de queso de cabra y espinacas, acompañada de puré de patatas trufado con salsa de champiñones. Y de último, pedí una tarta de chocolate negro con salsa de frambuesas y helado de arequipe.

Liam pidió algo así cómo un filete de ternera con salsa de champiñones y un poco de arroz pilaf con espárragos a la parrilla.

- Hablamos de todo menos de nuestras edades, ¿qué edad tienes, Scarlett? - Pregunta antes de beber un sorbo de su vino tinto.

- Tengo veintidós años, cumplo los veintitrés el 24 de Junio, un día después de mi graduación. - Hablo bebiendo de mi copa de Chardonnay.

-Podría jurar que tenías más edad. -Típicas palabras de un pedófilo, ja- Suponía que tenías unos 24 años, ¿sabes?

-Sí, comencé la universidad a los dieciséis años -Explico de manera serena probando la crema ácida de mi aperitivo-. Tenía profesores privados en casa desde muy pequeña y aprendo muy rápido, por lo tanto, mi conocimiento era más avanzado que la mayoría de los niños a los 14 así que a esa edad me transfirieron a dos cursos más arriba del que mi edad requería y pude salir del instituto a los dieciséis.

-Qué interesante -Musita en voz baja pero perfectamente audible- ¿Tenías una asignatura menos favorita?

No dudo en responder.

-Ugh, las matemáticas. Las odié cuando comezaron a implememtar la trigonometría -Se ríe con la confusión plasmada en sus finas y varoniles facciones- A medida que pasaba el tiempo fui enteniéndolas mucho más y hasta apreciándolas, digo, ¿qué clase de arquitecta seré si no me gustan las matemáticas?

Se ríe aún más con mi aparente broma. No pretendía bromear, ja.

-Esa era mi incógnita apenas anunciaste lo primero -Trasforma su risa en una sonrisa mediante habla y come un poco de las almendras que pidió-. Acá entre nosotros, no me gustan las matemáticas, las odio, pero amo la arquitectura y es por eso que a la fuerza me tocó dominarlas. Ser arquitecto era mi sueño y unas matemáticas no me iban a impedir tal deseo.

-Admirable, sí. -asiento con la cabeza hacia él, guiñándole un poco mi ojo izquierdo- ¿Aparte de la arquitectura qué más te gusta?

Deja la expresión risueña y se le enturbia la mirada. Sus ojos, antes brillando de un profundo azul cristalino, ahora son del color de un feroz océano en tempestad.

Quita la mirada de mis ojos y se queda viendo mi cuello con detenimiento.

-El tenis -Musita sin dejar de mirar hacia mi cuello y con voz rígida, carente de la animosidad de hace unos segundos.

¿Con qué clase de bipolar he venido a cenar?

-Bien -hablo dando por culminada la conversación cuando termino de comer mi Tartar antes de que lleguen nuestros platos.

Comemos en silencio, apenas intercambiando escasas palabras y miradas neutrales.

- Seré claro. - Habla cuando finalizamos nuestra comida. - Me gustaría conocerte mucho más. En muchos aspectos.

Baja la voz considerablemente con la última frase, haciéndome notar el creciente deseo proveniente de él, su verdadero deseo.

Cómo debe ser, una persona clara y segura de lo que quiere, sin miedo a decirlo desde el comienzo.

Scarlett's Desire [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora