VIII. Evil Manchae.

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Es la primera vez que Sakura y Kazuha pasaban tanto tiempo con Eunchae sin Chaewon entre medio. Eunchae se había convertido en una verdadera pequeña demonio y ni siquiera se habían dado cuenta.

¿Tanto ha sufrido Chaewon en criarla?

El aprender a caminar le subió cinco estrellas de dificultad. Al principio era tierno, caminando con el pañal y con el tierno conjunto de ropa, Sakura y Chaewon se la pasaban todo el tiempo sacándole fotos. Pero no pensaron que luego de caminar venía el aprender a correr.

Desde que Eunchae cerró la puerta del lugar y dejó a Chaewon afuera. Miró a sus otras madres y sonrió con un toque de maldad. Sakura tragó saliva con miedo al ver esos ojos con un brillo maléfico, conocía esa mirada, Kazuha siempre la miraba así para después proponer la peor situación para luego prohibir al resto negarse.

Eunchae tenía muchos planes en su pequeña mente. Una semana sin Chaewon en su mente era como tener una semana de libertad y para dominar el mundo. Pensaba que sus otras madres no tenían tanto poder en ella, total, ellas no son las que duermen con ella ni las que las bañan.

Con una mano en la pared para no caerse, siguió cambiando hacia la sala de estar, se sentó en el suelo y comenzó a jugar con sus cosas. Sus madres se miraron, algo extraño estaba pasando ¿No hacer nada luego de mirarlas así? Kazuha caminó hacia ella, como si fuera a ella, a negociar la paz antes de la guerra. Se sentó al lado de la menor y comenzó a jugar con ella.

(...)

-¡Agárrenla!-gritaba Kazuha con un pañal en la mano-¡El monstruo a sido liberado!-el cabello de Kazuha estaba desordenado y mojado al igual que su vestimenta, como si estuviese peleando con un cocodrilo.

-¿¡Otra vez escapándote!?-gritó Sakura que estaba ordenando un poco del desastre que hizo Eunchae en el departamento.

Llevaban tan solo 7 horas con ella y ya no podían más ¿Cómo es que Chaewon podía con ella? Ya había roto un cojín de sillón (no tienen ni idea como) para dejar toda la sala de estar con el relleno esparcido. También, mientras Sakura le castigó dejándola sola en la habitación de Chae solo para poder salvar el cojín sin molestias, la encontraron con la cara llena de pintura de todos los colores. Kazuha soltó un grito, la agarró y la dejó en el baño para que no ensuciara nada, antes de cerrarle la puerta, le quitaron todo lo que podía hacerle daño y se dedicaron a limpiar la alfombra. En ese momento pensaron que se había calmado, ya que se puso a cantar lo que parecía ser una canción de cuna que no sé sabia la letra, pero cuando abrieron la puerta, la encontraron cortándose el cabello.

No podían dejar a Eunchae sola.

Sin soltar la escoba, fue a perseguir a Eunchae que estaba sin pañal corriendo de Kazuha. Con Eunchae riendo y corriendo por todas partes mientras las chicas la perseguían torpemente. Sakura y Kazuha intentaban atraparla, pero Eunchae era rápida y escurridiza. Dejaba el suelo con gotas de agua, ya que acaba de salir de un baño desastroso donde Kazuha hizo todo lo posible para quitarle todas las manchas de pintura.

-¡Ven aquí, pequeña diablilla!- exclamó Sakura, alzando la escoba.

La risita juguetona de Eunchae era contagiosa. Tanto que no importaba lo estresadas de que se la pasara corriendo y haciendo maldades, las chicas no se podían enojar con ella ¿Como enojarse de una niña de un año y un mes? Solo estaban en un estado parecido al pánico.

-¡Te tenemos acorralada!-Gritó Kazuha, preparándose para agarrarla ante cualquier movimiento de la menor.

Pero justo cuando creían que la tenían atrapada, Eunchae demostró que era más hábil de lo que pensaban. Corrió directo hacia Sakura y en el momento que se agachó para agarrarla, ella aceleró sus pasos y se escapó entre las piernas de la mayor.

-Es que es una genia esta niña-se quejó Sakura con la respiración agitada.

-¡Mamá!-gritó Eunchae desde la habitación de Chaewon. Agitando su mano con torpeza para provocar a Sakura.

-¿Te llamó mamá?-preguntó Kazuha, ofendida por eso-¿No era yo la favorita? Está llamando mamá a todas menos a mí-

-Que me llames mamá no va a quitarme el enojo-Sakura corrió hacia el cuarto, Kazuha la siguió y cerró la puerta, había caído en una trampa-Ya no puedes escapar-

-Aaaaaahhh-soltó un grito juguetón y Kazuha corrió hacia ella y la agarró-Noooo, no quiedo-soltó mientras pataleaba.

-Cuando dejes de hacer caquita sin avisar, dejarás de usar pañales- le informó Kazuha, mientras la acostaba en la cama. Sakura la ayudó, sujetándole las manos para que no volviera a escapar y haciendo lo posible de secarle el cabello que le quedaba.

-¿Despué podemos seguid jugando?-preguntó con un puchero.

-Estamos muy viejas para seguir, Manchae-respondió Sakura.

-Wonnie se la pasa jugando conmigo-dijo con los ojos llorosos-Extraño a Wonnie-alzó la voz para así comenzar a lloriquear.

-La llamaré para preguntarle si es verdad-hablo Sakura que la soltó cuando Kazuha terminó de cambiarle la muda.

-¡Quedo jugaaaaa!-alzó la voz y a patalear.

-¿No que extrañabas a Chaewon?-le preguntó Kazuha-¿No quieres escuchar su voz?-

-¡Quedo jugaaaa!-

-Te tengo una propuesta-Eunchae dejó de gritar al escuchar la voz seria de Kazuha, eso solo significaba una cosa, era una buena propuesta-Almorzamos sopa y luego jugaremos todo lo que quieras-

-No quedo sopa-

-Y nosotras no queremos jugar ¿No es así más justo?- le dijo Kazuha.

-No-

-¿No?-

-No-

-¿Y si....?-

-¿Si?-

-¿Dijiste que si?-

-No-

-Yo te escuché claramente un sí-

-Callate, Zuha- Ahora la que reía era Kazuha, orgullosa de su propia jugada.

-¿Sopa de calabaza o de tomate?- preguntó Sakura y las dos menores fingieron una arcada.

-Comamos ramen-comentó Kazuha mientras caminaba hacia la cocina.

-¡LAMEN!-

(Al final no juegan porque Eunchae se quedó dormida)

Las Madres De Eunchae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora