XXVIII. Nadar

535 84 12
                                    

Lo que más odia Chaewon al ser madre es que es mil veces más paranoica. Lo era desde el momento que la vio en el closet de su antiguo departamento. Todos los días temía por la vida de esa pequeña criatura que dependía completamente de sus cuatro madres. Ella ya había cambiado para que tenga una vida mucho mejor, pero las paranoias no se iban ni disminuían, por lo que cuando vio la noticia de un niño que se ahogó por no saber nadar, agarró su celular y sin dudar pagó un curso de natación para su querida hija.

Es por eso que ahora Manchae se encontraba con su traje de baño de princesa, dos flotadores en sus bracitos y uno rodeando su cintura. Dio dos pasos y se detuvo para sonreírle a la cámara de Sakura. En ese momento era el ser más tierno del mundo.

Un hombre se acercó a ellas y Eunche lo miró con asco. Nunca nadie había visto a una niña tan tierna odiando tanto a un hombre. Chaewon sonrió con orgullo, había criado muy bien a su hija. Ya se la imaginaba a los 15 años golpeando a un hombre, como ella lo hacía a esa edad. Aunque sabía que eso no iba a pasar por qué también es hija de Sakura.

—Perdón, pero no quiero—dijo Sakura con amabilidad cuando el hombre le pidió el número, ya que se veía de maravilla en ese bikini azul—además, estoy pasando tiempo con mi hija—esos diálogo lo decía mucho antes de conocer a Eunchae.

El hombre miró como una pequeña niña se acercaba a la hermosa mujer y se alejó al verla enojada. Era tierno, muy tierno, pero le hizo replantearse su vida. Miró detrás de la niña y se encontró con una mujer con el mismo odio hacia él ¿Qué había hecho él para merecer tan odio? Analizó la situación y entendió que eran una familia.

Eunchae le agarró la mano a Sakura y le sacó la lengua. Chaewon también lo hizo. Cuando se giraron para ignorar su presencia, el hombre notó que la niña sonreía igual que la chica del bikini azul ¿Desde cuándo dos mujeres podían tener una hija biológica? No tenia duda de que esa pequeña era de ellas dos.

—¡Espérenme!—gritó Yunjin y el hombre miró como corría hacia la familia. Esas tres mujeres, juntas y riendo entre sí, era la vista más linda que había visto en su vida—El curso partirá pronto y como veo que hay compañeras de Manchae, tendré que ir solo yo.

—Odio esto—susurró Sakura, soltándole la mano a Eunchae para que vaya con Yunjin.

La menor miró a sus tres madres, aún no entendía por qué tenía que ocultarse de sus amigas. Pero se mantuvo callada, tampoco es como que quisiera compartir a sus madres. 

—Al menos podemos sacarle fotitos—dijo Chaewon que acariciaba la espalda de Sakura mientras se alejaban. Otro hombre se acercó a ella y antes que pudiera hablarles, Chaewon lo miró y este caminó como si no fuera a por ellas. 

"Las lesbianas dan miedo" pensó. 

—¿Es fácil nadar?—preguntó Eunchae, que con los flotadores le costaba un poco seguirle el ritmo a su madre.

—Conozco gente que le dificulta—llegaron a las escaleras, uniéndose a una línea llena de padres con sus hijos pequeños—pero tú serás tan buena como un pez—se agachó y apuntó a los niños que jugaban en la parte profunda—¿Ves a esos? Seguro que en menos de una semana podrás jugar así con nosotras.

—¿Seré una sirena?

—Mucho mejor que eso—se levantó y miró al profesor.

Yunjin escuchó con atención cada palabra del hombre mientras Eunchae miraba a su alrededor. Cuando cruzó miradas con su amiga del colegio, Hyein, sonrió y agitó su mano como un saludo que fue respondido rápidamente. Sakura sacó una hermosa foto del momento y se lo envió rápidamente a Kazuha. Las sacaba con el celular, ya que era resistente al agua y sus cámaras no.

Las Madres De Eunchae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora