Las Madres De Eunchae.

XIX. Ballet

Kazuha lo había logrado ¡Lo ha logrado! Luego de cinco años sin lograrlo, había vuelto a llegar a la final de la competencia de ballet de Corea del sur. Había llegado cuatro veces a ese punto, en su mayoría llegó al segundo lugar, un gran logro para ella.

Desde los tres años que está en el mundo de ballet, era reconocida en ese mundo y había ganado unos premios por su talento. En Japón fue considerada una de las mejores de su edad y a los 17 años recibió una solicitud de entrenar en corea del sur. Su entrenadora de Japón le rogó a que fuera, tenía el talento para ser mejor, los coreanos son perfeccionistas y podría aprender mucho más en ese país. La entrenadora fue personalmente a rogarle a sus padres a que le dejaran ir y ellos no pudieron rechazarlo. Kazuha había dejado el colegio a los 12 años y no podía quedarse estancada en el ballet, ya que no tenía conocimientos para dedicarse a otra cosa.

Aunque también era consciente que no iba a poder dedicarse a eso toda la vida. Siempre había accidentes que prohibían volver a las competencias, ya había visto a cuatro compañeras irse, por eso que tuvieron que volver al colegio. Ella no quería eso. Una vez, cuando aún salía con Chaewon, le dijo que quería ser profesora de ballet, fueron una de las pocas conversaciones serias que tuvieron cuando estaban juntas y luego de eso se dio cuenta de que en cualquier momento algo le podría pasar y comenzar a ser profesora. Ese mismo día, Chaewon la acompañó al banco para abrir su cuenta de ahorro. Ahora tenía mucho dinero ahorrado.

Respiró hondo mientras se estiraba. Podría escuchar como los otros entrenadores peleaban con sus alumnas. Su entrenadora tan solo la miraba, solo una vez habían peleado y Kazuha quedó en último lugar, ya supo que no era buena idea ni siquiera hablarle antes de una competencia. Levantó su pie y lo apoyó en la pared para así estirarse lo más posible. Estaba nerviosa, siempre estaba nerviosa. Su traje era negro con detalles azules y, lamentablemente, brillantina barata que le puso Eunchae el día anterior. No se enojó, nadie se podía enojar con Manchae, tan solo agarró su traje y se encerró en su habitación para dedicarse todo el día en sacarle toda la brillantina posible, pero esa cosa no salía ni lavándolo.

Lo dejó pasar, las desgracias antes de las competencias solían dar buena suerte. La primera vez que ganó una competencia, su madre le había quemado el cabello con la plancha para el pelo.

Bajó la pierna y se puso de puntillas para comprobar que todos estaba bien. Se acercó a su entrenadora, chocaron puños y caminó hacia el escenario.

-¡Nakamura Kazuha!-gritó el presentador.

-Ya cállate-Chaewon le dio un golpe en el hombro de Yunjin.

Kazuha apareció en el escenario y lo primero que vio fue a Eunchae tapándose la boca. Ya le había dicho que tenía prohibido gritar "Mamá" en ese lugar. Las competencias de ballet eran muy serias y muy prejuiciosas. Sonrió levemente y se posicionó para bailar. Era la primera vez que las chicas la verían bailar de verdad. Sabían que eran buena, el dinero que ganaba era la que les decía eso. Pero no sabían que tan bien. La han visto bailar otras cosas, en la casa, cuando ordenaban con música de fondo, ella solía bailar como un abuelo con la espalda oxidada (eso decía Chaewon) como un robot sin aceite (eso decía Yunjin) y como una persona que le dio un calambre (eso pensaba Sakura).

No sabían qué esperar.

Pero las tres chicas estaban listas para apoyarla, gritar con todo lo que podrían cuando terminara y Chaewon estaba más que lista para golpear a cualquier persona que criticara a su amiga. Ya había escuchado como la gente se quejaba de las presentaciones anteriores. Ninguna de las tres sabía de las bases de la competencia, solo estaban ahí para apoyar a Kazuha.

La canción comenzó a sonar y Kazuha comenzó a mover. Los ojos de las chicas se quedaron fijos en ella. Eunchae estaba en su asiento, concentrada y tratando de copiar los movimientos de los brazos. Eunchae abrió la boca cuando dio un majestuoso salto, desde ese momento Eunchae está totalmente convencida que su madre sabe volar.