XXV. Me voy

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Eunchae lo sabía. Kazuha sentía que lo sabía y hasta pensaba que Eunchae sabía que ella pensaba que sabía. Manchae era muy buena leyendo a la gente, se acercaba a abrazarlas hasta cuando trataban todo lo posible evitar que el resto supieran que se encontraban mal.

Como las veces que llegaba Sakura luego de que su jefe la retara o cuando Yunjin volvía de una entrevista fallida. Eunchae notaba que sus madres la necesitaban para apartar todo rastro de malos pensamientos de su cabeza.

En este caso, Eunchae comenzó a estar mucho más cercana a Kazuha que con el resto. En el desayuno, Manchae se sentaba en sus piernas y, mientras comía, le contaba todo lo que aprendió el día anterior. En la noche se colaba a su habitación para dormir con ella y en el fin de semana ambas paseaban por el parque.

En ese momento se encontraban en el parque, Kazuha estaba acostada boca arriba, con las manos en los costados de Manchae, alzándola de una forma que la menor fingía volar como se imaginaba como su madre (padre) lo hacía. Como Superman.  Kazuha la movía de tal manera que iba zigzagueando en el aire. Ambas sonreían como si fuese el mejor momento de su vida. 

—Espera—dijo Kazuha que la dejó sentada en el suelo para sacar su celular que había vibrado. 

"Deja de jugar y dile" decía el mensaje de Chaewon. Kazuha miró a su alrededor y se la encontró junto a Yunjin y Sakura sentadas en una heladería. Estaban vestidas para que Eunchae no la identificaras, con lentes oscuros y sombreros, las tres completamente de negro, pero Manchae ya las encontraba saludando agitando su mano. Sakura se tapó más con el sombrero ante la vergüenza de que su hija era más inteligente que ella. 

—Manchae—suspiró Kazuha y está rápidamente lo miró—si no te digo esto, no nos darán helado—dijo con un puchero. Manchae se acomodó para escuchar cualquier cosa que sea ¿La iba a retar? ¿Le iba a decir que la iban a cambiar de colegio? ¿Le iba a decir el porqué estaba tan triste? ¿Le iban a prohibir ir al parque? Estaba lista para recibir cualquier tipo de información por ese helado—Como sabrás, creo, me dedico principalmente a hacer competencias de ballet. 

—Sí, y ganaste. 

—Y esa ganada ha hecho que me manden a ganar a otros lados, lados tan lejos me ausentaré por mucho tiempo ¡Y eso no significa que no te quiera! Todo lo contrario, lo hago para que tengas la mejor educación del mundo, también la mejor casa, comida y ropa. También para la universidad, viajes, y algunos caprichos. 

—el papá de una amiga se fue—susurró—¿Tú volverás? 

—No cortaré comunicación, te llamaré todos los días, aunque esté cansada. 

—¿Lo prometes?—dijo estirando su meñique. 

—Prometo volver y hasta venir para tu cumpleaños—dijo entrelazándolo—ni siquiera me extrañarás. 

—¿Y tu? 

—Yo ya te extraño, mi amor—dijo y la abrazó—¿Quién más podrá jugar conmigo? Tú tienes otra mamá, pero yo no tengo otra hija—trató alejarse, pero Manchae la abrazó con más fuerza—¿No quieres ir por tu helado? 

—No quiero—ocultó su cara en el cuello de su madre. 

Kazuha se levantó con cuidado de que Manchae se cayera de su agarre. Tomó sus cosas y caminó hacia las chicas. Sabía que era un pensamiento completamente estúpido, pero pensaba que tal vez Eunchae era consciente que ellas no eran de verdad sus madres, que temía que alguna de ellas se fuera de la misma forma que su verdadera madre y su padre. 

Se sentó al lado de las chicas y Chaewon le apartó el cabello para ver su cara, molestarla y así distraerla. Sin embargo, su corazón se apretó al verla con los ojos cerrados con fuerza, con unas cuantas lágrimas asomándose. Le dio un beso en la frente y otro en la mejilla. 

—Hija, yo misma me dedicaré a que vuelva—dijo en un susurro—y si no quiere, la traigo en un tirón de orejas para que vuelva a jugar contigo.

—Tírale las dos orejas—dijo Manchae. 

—Y la nariz—dijo Chaewon y eso le sacó una risa a la menor—Así. 

—¡Oye!—gritó Kazuha. Manchae le agarró la oreja y tiró de ella—¿Y tu por qué aprendes tan rápido? ¡Ah!—gritó cuando Yunjin tiró la otra oreja, sacándole una carcajada a Manchae—Sakura, yo confió en ¡Tiii!—le había tirado el cabello. 

—Para que no olvides que debes de volver a pagar tu parte de la pensión—dijo Sakura. 

—¡Yaaa! 







Las Madres De Eunchae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora