I'll protect you

XIX

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Capítulo 19: Un beso

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Ash: "Oye, Leaf, ¿Qué te parece si mañana tenemos una cita?"

Leaf: "¡Ehhhhhhhhhhhhh!"

Ash: "Bueno, últimamente hemos pasado por mucho, creo que nos merecemos un descanso"

La castaña se forzó a relajarse, no quería que Ash la viera en un estado de nerviosismo total, aunque estaba bastante justificado, él casi nunca tomaba la iniciativa en estas cosas, y ni siquiera sabía si su propuesta seguía el camino que ella pensaba, por ello cada rara vez que lo hacía la tomaba por sorpresa, aunque debía decir que la sensación no era para nada desagradable.

Leaf: "Bien, ¿A dónde quieres ir?"

El azabache se tomó su tiempo para responder, sin embargo sus pasos siguieron avanzando, sin pensar a donde los pudiera llevar el destino. La verdad es que ni siquiera había planeado decir esas palabras, solo las tenía en mente pero hubo algo que le impulsó a expresarlas, tal vez por simple instinto o porque ver a Koga querer tener una mejor vida le había llegado bastante profundo, e, incluso, podía culpar a Mew por seguir con su plan de conseguirle un Harem.

Ash: "Las cosas improvisadas siempre salen mejor, ¿no crees?"

Leaf dudó, normalmente las cosas no salían muy bien cuando Ash estaba en la ecuación, pero aún así, pasar un día fuera de lo normal junto a él era ya suficiente para poder recargar energías. Además, si en algún momento llegan a estar juntos, debía acostumbrarse a que no todo iba a salir conforme a los planes que hicieran.

Al final del día llegaron a un pequeño rancho, la noche ya estaba siendo un factor importante que impedía seguir avanzando, las oscuras carreteras hacían que fuera bastante peligroso, sin contar a los delincuentes que solían salir por la noche, aunque estos no eran problema gracias al buen manejo del Aura de Ash. Decidieron entrar al terreno, tal vez si tenían algo de suerte podían dormir en una cama.

Antes de llegar a la gran casa se escuchó un agudo pitido y solo vieron como una chica peliazul salía corriendo, pasando por completo de su cara.

Leaf: "Disculpa..."

Al no ser escuchados ambos la siguieron por si tenía algún problema. Llegaron hasta un claro del terreno donde había una gran cantidad de Tauros fuera de control. Detrás de ellos había una chica con un Ponyta, tratando de calmarlos mientras que un Arcanine los guiaba hasta el corral de donde se habían salido.

Ash se tensó cuando sintió una distorsión en el chakra de alguien a una distancia bastante corta de ellos, lo que significaba que un pokémon estaba preparando un ataque. Su sorpresa llegó cuando el ataque impactó el suelo cerca del Ponyta, lo que lo hizo alterarse y correr como loco. 

El pelinegro se movió a toda velocidad cuando sintió el miedo en el cuerpo de la peliazul. Usó su aura para intentar predecir el siguiente movimiento del pokémon y gracias a esto logró llegar antes de que Ponyta tirara de su espalda a la chica. 

La peliazul cerró los ojos cuando el Ponyta saltó con violencia y a una gran altura, no había logrado sujetarse bien y ahora le esperaba una dolorosa caída contra el duro suelo, sin embargo su caída se vio amortizada por los brazos de un chico de color azabache y puesta en el suelo con delicadeza. El azabache regresó con su compañera castaña y volteó a verla nuevamente, aunque de esto ya no se dió cuenta.