I'll protect you

XIII

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Capítulo 13: Doble Personalidad
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La pareja de entrenadores se dirigían a Ciudad Azafrán, hablando tranquilamente, como cada día. Parecía extraño, los temas entre ellos parecían nunca acabar y eso era bastante agradable, incluso cuando se llegaban a repetir los mismos temas de conversación las cosas siempre variaban.

Llegaron hasta un cañón y antes de seguir con su camino subieron para apreciar la hermosa vista que el atardecer les ofrecía. Al ser el atardecer la puesta del sol daba una imagen digna de una obra de arte y de estar colgada en las mejores galerías de la región. 

A lo lejos, ambos vieron una gran cantidad de Butterfrees revolotear. Ash recordó este doloroso momento, lo había enterrado tan dentro de él que de no haber decidido subir a ver el paisaje se hubiera olvidado completamente de lo que sucedió.

Leaf: "¿Por qué hay tantos de ellos?"

Ash: "Es su temporada de apareamiento"

Ash tomó su pokeball y liberó a Butterfree quien miró a otros como él sobre el hermoso mar. Estaba bastante ansioso por ir a reunirse con sus amigos pero antes de partir fue sostenido por Leaf que sacó un pequeño pañuelo de su bolso y se lo colgó en una de las patitas para poder distinguirlo del resto.

Leaf: "Ahora ya vas más guapo"

Butterfree se frotó en el rostro de la castaña para agradecerle su ayuda en este día tan importante para él. Con los ánimos por las nubes voló hasta donde estaban los demás de su especie. Se acercó para saber que estaban haciendo y fue cuando se dio cuenta de que era la temporada en la que sus padres le habían dicho debería conseguir una pareja así que no quería llevar deshonra a su hogar y se puso a trabajar.

Pasaron los minutos y no encontró suerte, ninguna hembra era específicamente su tipo y tampoco quería verse demasiado desesperado. No estaba tan triste por eso, sabía que siempre tendría una nueva oportunidad el próximo, además tenía grandes amigos pokémon y humanos con los que estar.

Estuvo tentado a volver con Ash para seguir su viaje pero antes de hacerlo vio que una entrenadora liberó a la Butterfree más bonita que sus cien omatidios habían visto. Era simplemente perfecta, además tenía un toque exótico que no había visto en ninguno de su especie.

Leaf miró a la Butterfree a la que se acercaba el de su compañero, nunca había visto un espécimen cómo ese. Por supuesto que sabía que en algunas ocasiones, por cuestiones genéticas, salían Pokémon denominados Shinny, sin embargo esta era bastante diferente a las Butterfree variocolor.

El Butterfree de Ash se acercó a la Butterfree rosa y empezó a danza para ella. Recordaba haber visto unas cuantas veces la danza de parte de su padre cuando le contaba cómo conquistó a su madre y se la memorizó por si algún día llegaba el momento de usarla.

A.Butterfree: "Hola preciosa, ¿Qué te parece si vamos por una tacita de miel?"

La Butterfree rosa se rió a carcajadas, el macho que la estaba cortejando era bastante atractivo y ese pañuelo en su patita le daba un toque especial, sin embargo no podía aceptarlo como su pareja en estos momento. Ella estaba en un viaje junto a su entrenadora para convertirse en los campeones de la región y no podía abandonarla ahora.

Butterfree: "Lo siento guapo, pero necesito volver con mi entrenadora"

El pokémon de Ash regresó a él cabizbajo, como si hubiera sufrido la mayor decepción de su vida.