XLII

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Capítulo 42: Un conflicto legendario.

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*P.O.V. Leaf*

Entré sin pensarlo a la nave perteneciente al Team Rocket. Lo único que me encontré fue un largo, oscuro y laberíntico pasillo a través del cual me animé a caminar. Todo estaba en silencio, no parece que haya muchas personas aquí, pero debe haber alguien.

Pensándolo muy fríamente, no fue una decisión muy racional entrar a este lugar sin saber cuáles eran sus dimensiones o, siquiera, tener un plan de acción; ya ni hablemos de tener un plan en caso de algún imprevisto o para cuando me vea en problemas. Aunque, en mi favor, si Ash estuviera en mi lugar, habría hecho lo mismo.

Sin embargo, en mi defensa, no se me ocurría ninguna otra forma en la que el trío de Pokémon legendarios pudiera apaciguar su ira. Siempre estaba el recurso de derrotar al Pokémon en cuestión para poder manejarlo, pero del dicho al hecho hay un enorme trecho; y en el caso de los legendarios un abismo.

Mew y Mewtwo estaban luchando afuera, supongo que eso equilibra un poco la balanza, pero no sé qué tanto se puedan comparar ellos dos con Articuno, Zapdos y Moltres. Sé que son fuertes, pero aun así no puedo evitar no preocuparme. Espero que estén bien.

Llegué hasta una puerta, la primera que encuentro desde que entré. Era muy pequeña, nada comparado con el tamaño del resto de la nave, y no había mucho más que unas cuantas escobas, algunos trapos y otros tantos productos de limpieza. No cabe duda de que no es más que un almacén, pero no puedo evitar sentir un cosquilleo así que busco hasta en los rincones más profundos en busca de alguna pista, por más mínima que sea.

Nada. No hay nada.

Salí sigilosamente, evitando hacer cualquier tipo de ruido para no llamar la atención de los reclutas que puedan pasar por el lugar. No me he encontrado con ninguno hasta ahora, pero nunca está de más ser precavida. Los Rocket pueden llegar a ser peligrosos cuando se encuentran acorralados y sin nada que perder.

Pasó un rato y seguía sin encontrar algo que me guiará a quien estaba tripulando la nave o, en su defecto, a quien sea el responsable de todos lo que está ocurriendo.

He revisado cada una de las salas que me voy encontrando, pero en ninguna de ellas hay algo significante. Muchas de ellas son habitaciones compartidas; supongo que utilizan mucho este tipo de vehículos cuando van camino a sus misiones. Lo más interesante que descubrí dentro de ellas era una revista para adultos oculta muy bien entre el colchón y la base. Supongo que algunos viajes son largos...

???: "¿En dónde se metió la mocosa?"

Me escondí por instinto en la última sala que me faltaba por revisar. Fuera de aquí se encontraba la mujer a la cual se había logrado encarcelar la última vez. ¿Qué hace aquí?, ¿Acaso la justicia está tan podrida que alguien con claros nexos con la mafia más peligrosa de este siglo puede quedar libre así de fácil?

Además, parece que me tiene identificada. Hay dos supuestos en esto. El primero es que sabe que estoy dentro de la nave y me está buscando sin parar. El segundo es que aún no sé de cuenta de mi arribo y piense que estoy escondida en algún lugar de fuera.

Sea como sea, no queda mucho tiempo para que descubra que hay un impostor en la nave. Estamos en un espacio cerrado así que encontrarme tampoco debe ser muy difícil, sobre todo porque ella conoce el terreno mucho más que yo...

Debo darme prisa.

Miré la habitación. Parecía, ya de golpe de vista, más interesante que todas las demás. Supongo que está destinada a que el capitán fuera quien estuviera aquí. No solo tenía una cama con la que no podría ni soñar, sino que además se figura más a un estudio que a una habitación.

I'll protect youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora