I'll protect you

XXIV

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Capítulo 24: Evolución
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Las actividades de la semana del entrenador continuaron el día siguiente a la exposición de evolución. Este día, a los tres habitantes de Pueblo Paleta habían tenido que madrugar para conducir del pequeño pueblo hasta un cañón bastante cercano a Ciudad Fucsia.

En ese lugar, todavía bastante temprano, se encontraron con otros miembros de los investigadores y ayudantes colaboradores en este proyecto. Una hora después, cuando las instrucciones ya estuvieron dadas a los mayores, desde varios autobuses escolares comenzaron a llegar todos los participantes promesas para seguir sus aventuras del día.

Esta vez, sus actividades tendrían que ver con la enseñanza de la supervivencia en lugares inhóspitos, algo que como entrenadores Pokémon debían saber si o sí. El espíritu innato de exploración que todo entrenador debía tener para ser considerado como uno verdadero, cada día los llevaría a un nuevo lugar, y no siempre tendrían la oportunidad de descansar en un cómodo Centro Pokémon.

Las indicaciones eran las mismas para todos, y bastante sencillas. Los estudiantes se dividirían en cada grupo comandado por un investigador, o uno de sus ayudantes, y viajarían a una ruta ya preparada desde la cual tendrían que partir hasta que pudieran llegar al lugar marcado.

Ocho estudiantes estuvieron asignados al equipo comandado por Ash y Leaf, quienes tendrían que viajar una larga ruta desde uno de los extremos del cañón, atravesando por una cueva para salir hasta el otro extremo de esta y allí reunirse con los demás.

El grupo partió más pronto que tarde, adentrándose en las profundidades de una cueva que, por cómo se veía, no había sido explorada en varios años. Las paredes tenían impregnadas una gran cantidad de musgo creciendo en las pequeñas grietas.

Ash y Leaf, como no podía ser de otra forma, les contaron a los niños pequeños las formas de sobrevivir en un ambiente como ese, recalcando la importancia de siempre verificar que se llevaran las provisiones necesarias, sobre todo de agua, en la mochila, puesto que era muy difícil encontrar alguna fuente de este líquido, que sea bebible, en una cueva.

Otra de sus recomendaciones era que, antes de entrar en una zona donde predominan cuevas u otros conductos subterráneos, se capture a un Pokémon de tipo fuego, ya que estos suelen compartir la característica de poder compartir su calor con el entrenador.

Ash: "Por la noche, las cuevas pueden ser bastante frías. Un Pokémon así puede salvar sus vidas"

Los niños se asombraron por la información y por toda la sabiduría que el azabache tenía de estas cosas. Habían pasado ya unas cuantas horas desde que comenzó su viaje a través de la cueva y, hasta ahora, ni un solo segundo se desperdició o fue en vano.

Niño: "¿Cómo sabe todas estas cosas?"

Mientras llegaban a una intersección, Ash se sorprendió un poco por la pregunta y apretó levemente el puño, pero al tratarse de la mera curiosidad ignorante de un niño, no podía molestarse con él.

Ash: "Tengo bastante experiencia en viajar por cuevas"

Era verdad. El azabache pasó varios años de su vida como entrenador Pokémon, viajando de un lado para el otro, donde las zonas con predominación de cuevas eran el pan de cada día.

Además, en el futuro, cuando los Ultra Entes tenían dominado por completo el mundo, uno de los focos principales donde concentraron su poder fue en todas las formas de desplazarse que tenían los humanos. Carreteras, vías marítimas, puentes, y vías aéreas fueron las primeras cosas en caer. Esto llevó a la necesidad de encontrar nuevas rutas para poder desplazarse.