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Capítulo 31: Padre e hija

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No había más que silencio. La revelación sobre el parentesco de la chica rubia con el jefe del Team Rocket dejó a propios y extraños helados. Ni los compañeros de Leaf, ni los miembros de la organización esperaban  que ocurriera algo así.

Sin duda, Ash y Leaf eran los más sorprendidos. El Team Rocket tenía una noción sobre esto, a diferencia de ellos. Aunque, ahora que los tenían a ambos cerca, la verdad es que compartían algunos rasgos.

Yellow: "Nunca te he considerado uno"

*HACE 10 AÑOS*

Hoy no era un día cualquiera en la vida de Yellow, sino que era el día de su sexto cumpleaños. Sin embargo las cosas eran iguales a un día común y corriente, con la misma rutina de todos los días. Siempre deseó un pequeño festejo para ella, algo que le hiciera apreciar este día, aunque nunca lo tuvo. 

La rubia vivía casi aislada del mundo externo, sus únicas salidas de casa eran a la escuela y cuando visitaba con su madre el trabajo de su padre. En el colegio, cuando se acercaban los cumpleaños, los niños siempre la invitaban a pasar las festividades con ellos pero su padre era bastante estricto con sus salidas y nunca pudo asistir a una fiesta. 

Envidiaba muchas cosas de sus compañeros de clase, pero sin duda lo que más, era esos lazos que tenían con sus familias. Veía a niños salir de la escuela siendo llevados por sus padres. En cambio ella siempre regresaba sola a clases. La única cosa que hizo de su vida algo más ameno fue que su abuelo, de vez en cuando, iba a recogerla.

Dejando de lado a su madre, quien era bastante enfermiza y tenía que permanecer en casa la mayor parte del día, su abuelo era su persona más importante.

El problema con él era que vivía en lo profundo del Bosque Verde, el único lugar el cual su madre le prohibió visitar. Incluso cuando su padre le ordenó a su madre hacer una visita a ese lugar junto a ella, fue llevada a otro lugar y luego obligada a mentirle su padre, para que este creyera que pasaron días muy divertidos allá adentro.

En estos momentos, la niña, se encontraba en el mismo cuarto frío y solitario de todos los días. Las visitas al trabajo de su padre eran las peores partes de su día, no solo por tener que estar una eternidad en ese cuarto, sino porque había personas que la trataban muy mal allí.

Nunca supo porqué y tampoco recibió una explicación pero todos los días era sometida a diferentes tipos de castigos sin que ella se hubiera portado mal.

Cada día, desde que ha tenido memoria, viene a este extraño lugar, donde unos tipos muy raros con una bata de laboratorio le inyectan cosas muy dolorosas, y eso era en los días buenos.

Otros días era sometida a varios periodos de chispazos en todo su cuerpo o a otros malos tratos como tener su cara sumergida en una pecera o estar conectada a extrañas máquinas que la hacían sentir muy mal.

Recostada en una cama de metal, pasaba el rato jugueteando con los largos mechones de su cabello. Tenía que esperar a los mismos tipos locos de siempre, aunque por alguna razón la espera del día de hoy había sido exageradamente más larga de lo habitual. 

Tras unos cuantos minutos más de espera, a la sala donde esperaba, entró su madre, algo ya de por sí raro puesto que normalmente ella solo la llevaba y a la hora regresaba por ella. Lo siguiente que notó extraño, en la lista de todas las extrañezas que estaban pasando hoy, fue que ella traía consigo varias cosas en una bolsa de mano.

I'll protect youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora