XVIII

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Capítulo 18: La convicción por cambiar.
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*Hace 30 años*

Koga había terminado su viaje alrededor de la región de Kanto, un recorrido que pudo haber sido calificado como perfecto. Desde el primer día de viaje tenía claro su objetivo, llegar a la cima de la pirámide y poner el nombre de su clan en lo más alto del mundo.   

Koga había nacido en una pequeña comunidad cerca de Ciudad Iris, en la región de Johto, por lo que estaban influenciados bastante por la cultura y las costumbres de dicha ciudad. Sin embargo, su comunidad, tenía una características bastante peculiar y es que ellos no eran un pueblo, como otros tantos en la región, sino que eran, literalmente, una comunidad ninja.

Sin embargo su educación se dio en la región de Kanto, cuando una gran parte de su comunidad se vio arrasada por la erupción de un volcán y obligó al resto a desplazarse. Al principio pensaron en instalarse en Ciudad Iris e incluso vivieron allí por tres años hasta el llamado «incidente de la torre quemada».

Este lugar era considerado por los nativos como un templo sagrado, en donde las personas podían comunicarse con Ho-Oh, el pokémon legendario, y este los ayudaría a aclarar sus dudas, alivianar su pesar y mantener la calma ante las adversidades. Sin embargo esta torre sufrió de un incendio que acabó con gran parte de esta.

Resulta ser que la comunidad ninja utilizaba el templo para practicar y perfeccionar sus habilidades ninja. Esto llevó a que fueran los principales señalados por la gente del pueblo por terrible tragedia y no era para menos, la comunidad tenía milenios de historia y sus habilidades en el Ninjutsu estaban más que comprobadas.

La presión por parte de los altos mando de Johto para que rindieran un informe de sus actividades, los señalamientos de la mayor parte de la población y las solicitudes para que la comunidad fuera disuelta, el clan tuvo que separar sus caminos y buscar un mejor futuro para todos ellos.

Koga llegó a la edad de 5 años a Ciudad Fucsia en la región de Kanto y a pesar de que pudo haber sido considerado como una nueva oportunidad de vida, la verdad es que de esto tuvo poco. 

Las regiones de Kanto y de Johto, al ser regiones aledañas, compartían bastante cosas en común, entre ellas el gobierno y varios medios de información por lo que la noticia del templo de Ho-Oh llegó hasta el más recóndito pueblo de esta región. Esto provocó que la reputación de su padre se viera manchada y le costara demasiado encontrar un trabajo, y eso sumado a la decadencia que habían tenido los ninjas alrededor del mundo, se vieron envueltos en una vida con bastantes limitantes económicas.

Poco a poco su padre fue perdiendo el brillo en sus ojos y pese a que Koga hizo todo lo posible para aprender las artes ninja a la vez que estudiaba para, algún día, encontrar un buen empleo, su padre terminó sin saber qué hacer con su vida y decidió quitársela, dejando a Koga solo con su madre de avanzada edad y sin algún tipo de sustento económico.

Koga sabía que el método más rápido para escapar de la pobreza y del hoyo en el que se encontraba era hacerse entrenador pokémon pero para eso aún debía esperar a cumplir los diez años. Esto provocó que, para no morir de hambre, tuviera que robar y cuando se hizo muy amigo de un pequeño Zubat que estaba en las mismas condiciones solo hizo más grande y seguro el asunto. O al menos eso creyó. 

Un desafortunado, o en ese momento bastante afortunado, día, Koga salió a hacer su nada honesto trabajo, sin embargo no esperaba robarle a un hombre bastante poderoso que la gente reconocía como el hijo de una muy famosa multinacional y el indicado para asumir el cargo de jefe cuando su padre no estuviera. Giovanni lo atrapó con las manos en la masa pero en lugar de entregarlo a la policía o reprimir sus acciones, el hombre se interesó en él y cuando se enteró que tenía enseñanzas ninjas lo transformó en su pupilo.

I'll protect youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora