XLIV

257 22 0
                                    

Capítulo 44. El Poder es Guerra.

Peleas.

Batallas.

Guerra.

Destrucción.

Muerte.

Ash abrió los ojos para darle la bienvenida a un nuevo día; o al menos eso era en apariencia. Miró la ventana que daba a la hermosa playa de la Isla Melemele. A su lado, durmiendo pacíficamente, se encontraba tumbada su amada novia. Se le revolvió el estómago y unas cuantas arcadas le siguieron cuando vio su dulce rostro.

Quería vomitar por el mero hecho de ver a Lillie acostada a su lado.

Muchas personas podrían malinterpretar este sentimiento como una repulsión total por la persona, pero Ash sabía que no era exactamente eso.

Amaba a Lillie con toda su alma, y no importa cuanto tiempo pase eso nunca se iba a borrar, pero había un pequeño, minúsculo y nada relevante detalle en todo esto... ¡Lillie debería estar muerta!

No, no es solo eso... Ash debería tener el cuerpo de su yo de 15 años en este momento. Además, lo último que recordaba era estar ayudando a Leaf y Yellow a cazar al Jefe del Team Rocket. No recordaba mucho sobre su batalla en las alturas, pero tenía claro que estaban en la frontera de Kanto.

Pero, desde hace varias semanas ha estado despertando en el lugar donde todos sus traumas viven. Al principio pensó que era un sueño -y estaba seguro de que así era-, pero todo se sentía tan real que se sentía abrumado por toda la información que poseía.

Un fuerte ruido de explosión lo sacó de sus pensamientos. Miró por la ventana a la playa y pudo ver a un Guzzlord apareciendo de un Ultra Umbral en el mar de la playa. En otras circunstancias saldría inmediatamente de su hogar para detenerlo cueste lo que cueste, pero en esta ocasión simplemente dejó escapar un suspiro de resignación y se volvió a acostar junto a Lillie, abrazándola con fuerza.

La gente podría culparlo por negligencia y preferir ser un niño mimado en los brazos de su novia a salvar a miles de personas de una muerte brutal, pero estaba dispuesto a aceptarlo. Él era consciente de que salir ahora mismo no cambiaría nada, ni siquiera si pudiera detener al Ultra Ente.

¿La razón? Era otra vez esta extraña situación en la que se encontraba. Desde que volvió a despertar en Alola, ha estado repitiendo el mismo día una y otra vez sin parar. No importaba cuantas veces detuviera al Guzzlord salvaje, al día siguiente volvería a reaparecer y todos los eventos volverían a repetirse.

Una destrucción masiva de la ciudad.

Isleños gritando en desesperación y huyendo al refugio.

La muerte de la Profesora Burnett...

La muerte de su amada Lillie...

Incluso intentó cambiar sus acciones y probar cosas nuevas todos los días, pero al final todos los acontecimientos sucedieron de la misma forma. Por la noche se iba a dormir derramando un mar de lagrimas por el hecho de perder a Lillie de la forma más cruel posible, solo para levantarse y tenerla una vez más a su lado.

Peleas.

Batallas.

Guerra.

Destrucción.

Muerte.

Peleas.

Batallas.

Guerra.

I'll protect youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora