I'll protect you

XXVIII

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Capítulo 28: El punto de partida

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El entrenamiento previo a la Liga regional de Kanto, a celebrarse en la meseta añil, había sido duro. Mew estuvo entrenando a ambos entrenadores en los lugares más inhóspitos de la región. Según él, debían estar a la altura de tener como compañero a un pokémon tan único y especial, por lo que, lo menos que esperaba era que ambos se posicionaran en las semifinales del campeonato.

Después de mucho tiempo de viaje lograron clasificarse al torneo. Fueron muchos los obstáculos que superaron y al fin había llegado el día donde todos sus esfuerzos pudieran rendir frutos. Brock, las hermanas fantásticas, el teniente Surge, Sabrina, Erika, Koga, Blaine y Giovanni. Cada uno tuvo sus propias complicaciones pero al final su perseverancia fue la que se impuso a ellos.

Se pararon frente al Centro Pokémon establecido provisionalmente para la liga. Su registro estaría completo una vez se haya comprobado que cuentan con las ocho medallas necesarias para competir. Y por supuesto no lo harían solos. La cifra de competidores que habían logrado ingresar al torneo fue de 256 entrenadores repartidos entre retadores de gimnasio, estudiantes del Instituto Técnico Pokémon y aprobados del Examen de ingreso.

Pero en la órbita de Ash no había muchas personas a las que tuviera más ganas de enfrentarse que sus dos amigos, Leaf y Gary. Más allá del lazo que compartían y de las expectativas que tenía sobre ellos, quería ver que tipo de entrenamiento habían hecho, siendo conscientes del tipo de futuro que les esperaba si no se preparaban bien. 

Por supuesto que sabía lo fuerte que se había hecho Leaf durante su trayecto. No era extraño pues compartieron miles de aventuras y lucharon juntos codo a codo en los aprietos que surgieron. Pero nunca lucharon entre sí más allá de los constantes entrenamientos que tenían, lo que obviamente no era para nada igual a una batalla real. De Gary podía esperar cualquier cosa, el chico era un genio de los combates y con la madurez suficiente no sabía del nivel que podía llegar a adquirir. 

Está de más decir lo ilusionado que estaba, no solo por competir. Tenía en la mente ganar a toda costa. Sin embargo eso no significaba que iba a usar todos los trucos bajo la manga. Tenía claro que usando a Pikachu podía ganar todo caminando, pero no quería quitarle la diversión a la competencia y mucho menos dejar de lado a sus demás compañeros.

Lo había platicado con su pokémon y este estaba de acuerdo en luchar las primeras fases del torneo, cuando la competencia todavía no era muy seria, para así que así no se quedara con las ganas de luchar. Por otra parte también estaba Charizard quien, a pesar de estar varios escalones abajo del pokémon eléctrico, era su segundo pokémon más fuerte. A él solo lo utilizaría en los combates más decisivos.

...

La tarde llegó y cada vez más personas se hacían presentes en las gradas del estadio para disfrutar del evento de inauguración. El estadio presentaba un lleno total y daba la sensación que en cada uno de los enfrentamientos sería igual. Por supuesto que el público tenía a sus competidores favoritos, en su mayoría retadores de gimnasio, por lo que la expectativa hacia ellos levantaba la emoción de ver las batallas en vivo.

Como era de esperarse, los tres chicos de Pueblo Paleta eran los que más levantaban el ánimo de la gente. Saber que los tres eran estudiantes del profesor Oak, sumando a sus grandes actuaciones en todos los gimnasios donde se presentaron fueron de gran ayuda para que las personas comenzaran a seguirles la pista.