¿Te ocurre algo?
Me sonrojé mientras negaba con la cabeza, no quitaba los ojos del diccionario, por temor a que mi sonrojo se intensificara al enfrentarme a él, porque si de algo estaba seguro era de la increíble y potente mirada de Aslan; llámenme exagerado, pero ahora que había descubierto que sus ojos fijos sobre mí sin su ceño fruncido de por medio eran más letales para mi sistema nervioso que cualquier otra cosa, me encontraba frecuentemente evitando aquel encuentro.
- Andas extraño…- continuó diciendo él.
Oh, sí, quizás porque he descubierto que no puedo mirarte directamente.
- Uhm…
En serio, deberían premiarme por mi elocuencia.
- Okumura…
Sentí cómo Callenreese dejó su lápiz sobre la superficie de la mesa de mi comedor, no había que ser adivino para saber que había dejado de trabajar y me miraba directamente esperando una respuesta que fuese más completa que mis onomatopeyas habituales.
- ¿Sí?- alcé la vista un poquito, traté de mirar sus cejas, más no sus ojos, ¿qué tan ridículo podía llegar a ser?
- ¿Me dirás que te ocurre? ¿Es por Chris? ¿Te ha amenazado o algo?
Abrí los ojos y negué con la cabeza rápidamente, nada de eso había pasado, aunque… ¿Era capaz de llegar a eso el… primo de Alsan?
- ¿Entonces?
¿Cómo se suponía que iba a decirle que ahora me sentía nervioso al estar con él? Ni siquiera yo podía explicarlo muy bien, de todas formas él seguía siendo un pesado, quizás ya no habían miradas ceñudas de por medio pero continuaba siendo Aslan, después de todo no pasaban más de quince minutos sin que discutiésemos por algo.
- No me pasa nada…
Arrugó el ceño y me asusté un poco, ese gesto nunca era buena señal viniendo de él. Claramente no me creía, pero tampoco iba a decirle qué era lo que me pasaba si ni siquiera yo estaba seguro de aquello. Y apenas nos quedaban 9 días (sí, los había contado) para seguir siendo compañeros en el trabajo de Literatura, desde que había llegado su primo a Cape Cod, siempre nos reuníamos o en mi casa o en la escuela, pero yo ya no volví a pisar la casa de Aslan, supuse que era otra de sus tácticas para mantenerse lejos de su primo.
Y ese era otro punto de incógnita… todos sabíamos que Aslan y Christopher eran parientes, Christopher decía que eran primos, pero yo mismo había escuchado a Aslan negar escandalosamente esa afirmación, ¿entonces qué eran? No me atrevía a preguntarle directamente a Aslan porque… bueno, porque básicamente tenía miedo de retroceder todo lo que había avanzado con él, es decir, su ceño fruncido (al menos hacia mí) ya casi no existía, y lo había visto sonreír ya dos veces.
- Okumura…
Me sobresalté y él volvió a mirarme burlón.
- ¿Es tan común en ti eso de perderte en tus pensamientos e ignorar al resto?
Me sonrojé.
- Supongo…
- Te decía que ya hemos terminado por hoy…
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Tres mil millones de latidos
RomanceEiji jamás ha logrado entender por qué el ceño de Aslan esta así de fruncido cada vez que lo mira... esperen, sólo la ha mirado fijamente dos veces en todos los años que llevan siendo compañeros... y pareciera que quiere asesinarlo con la mirada, ¿Q...