Capítulo 25

101 11 5
                                    

Me quedé de pie en la mitad de la sala sin poder dar crédito de cómo todo el panorama había pasado de perfecto a mierda, hundido en mierda, y mientras veía como los negros cabellos de Eiji desaparecían en la oscuridad del lugar y las decenas de personas me sentía aún demasiado imbécil como para reaccionar a algo.

"Vamos, Ash míralo y mírame…"

¿Qué mierda significaba eso? ¿Qué acaso no se veía a sí mismo? Sentí unas risas a mis espaldas y vi a Finn y su grupo de imbéciles" un instinto de ira asesina surgió como nunca antes, ira contra mi mismo por ser tan imbécil y dejar que las cosas llegasen a ese punto, furia con Alex por haber invitado a aquellos imbéciles, sabía que esa había sido una jugada sucia del muy maldito lo que me provocaba un amargo sabor en la boca, esta vez el muy hijo de puta había superado los límites, recordé entonces a modo flash la conversación que habíamos tenido hacía pocos días atrás.

- ¿Y? ¿Te lo has tirado ya?

- ¿Y a ti qué te importa eso, cabrón?

- ¿Aún no? Comenzaré a dudar de tu hombría, Aslan.- replicó mirándome extraño.

- Puedes dudar lo que quieras, de todas formas no es como si quisiera mi polla dentro tuyo para probarte lo contrario.- dije molesto.

- Que agresivo.

- Entonces corta las preguntas imbéciles.

- ¿Me vas a decir ahora que te gusta Eiji?- preguntó cruzando sus manos y observándome fijamente, hice una mueca- Oh, joder… Te gusta, Eiji, si serás puto…

- Cállate ya, Alex.

- No lo creo, no puede gustarte…- arrugó el ceño- tú no puedes terminar enamorado, tú eres Ash Lynx el ícono anti romántico… por favor no me decepciones.

Sentí voces conocidas a mis espaldas y ahí estaba Finn con sus amigos, sentí asco y rabia también, no me hubiese extrañado que Alex incitara a Finn con el hecho de perseguirme durante la fiesta, el muy maldito había sido una lapa, pensé que con la llegada de Eiji se daría cuenta que tenía pareja y se detendría, pero pareció ir todo de mal en peor.

Apreté los puños y miré con desprecio a esos idiotas que me observaban con descaro. Quería ir a gritarles unas cuantas verdades pero primero quería encontrar al maldito cabrón de Alex, así que a zancadas me dirigí hacia el jardín, no me costó demasiado dar con él, se encontraba con Bones y Shorter, los tres compartiendo risas por algo.

- ¡Eh, imbécil! – le grité para atraer su atención. Inmediatamente Alex dejó de sonreír y adoptó una pose completamente seria. Me acerqué a su rostro hasta que prácticamente su respiración chocaba con la mía- Tú querías que pasara esto, ¿no, Alex? – pregunté con furia contenida, quería probarlo, quería muy en el fondo darle el beneficio de la duda, después de tantos años de amistad.

- ¿A qué te refieres, Ash? – preguntó con esa maldita voz de cabrón listillo.

- No te hagas el listo conmigo, Alex, sabes que te puede ir mal ¿los invitaste a propósito, no?

Alex se alejó, cruzándose de brazos y volviendo a su puesto entre Bones y Shorter.

- Oh, vamos… ¿en serio te crees tan interesante, Ash? – preguntó con burla, haciendo que las ganas de enterrar mi puño en su maldito rostro fuesen mayores.

Tres mil millones de latidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora