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¿𝕻𝖊𝖓𝖘𝖆𝖘𝖙𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖊𝖝𝖆𝖒𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖎𝖇𝖆𝖓 𝖆 𝖘𝖊𝖗 𝖑𝖔 𝖕𝖊𝖔𝖗? 𝕿𝖊 𝖊𝖖𝖚𝖎𝖛𝖔𝖈𝖆𝖘𝖙𝖊

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¿𝕻𝖊𝖓𝖘𝖆𝖘𝖙𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖊𝖝𝖆𝖒𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖎𝖇𝖆𝖓 𝖆 𝖘𝖊𝖗 𝖑𝖔 𝖕𝖊𝖔𝖗? 𝕿𝖊 𝖊𝖖𝖚𝖎𝖛𝖔𝖈𝖆𝖘𝖙𝖊..

¿𝕻𝖊𝖓𝖘𝖆𝖘𝖙𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖊𝖝𝖆𝖒𝖊𝖓𝖊𝖘 𝖎𝖇𝖆𝖓 𝖆 𝖘𝖊𝖗 𝖑𝖔 𝖕𝖊𝖔𝖗? 𝕿𝖊 𝖊𝖖𝖚𝖎𝖛𝖔𝖈𝖆𝖘𝖙𝖊

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CUANDO EVEY ABRIÓ LOS ojos, supo que no había sido una buena noche.

Las lagañas le impidieron ver, así que tuvo que refregarse los ojos para poder despegar los párpados.

Se había acostado realmente tarde, luego de una sesión intensiva de estudio con el señor Crewel, y pasó toda la noche soñando con raíces de mandrágora y polvillo de hada. Esperaba poder aprobar pociones y que todo su esfuerzo hubiera valido la pena, porque de no ser así...

── Mrrrghrow... El truco de las pruebas... es si hay dos opciones... es una pregunta capciosa... ── Grim se removió entre la frazada, igual de traumatizado que ella con los exámenes.

Luego de mucho rogarle al director, el monstruito había logrado que también se lo tuviera en cuenta como estudiante. O algo por el estilo.

Se le impartían clases y le tomaban exámenes, pero sus notas no importaban realmente, ya que no estaba anotado en el sistema como un estudiante.

Aún así, al saber que también tenía que prepararse para las pruebas, se había emocionado mucho, decidiendo estudiar por su cuenta.

Suspirando por lo bajo, la chica se bajó de la cama y dió saltitos hasta el ropero, apurandose en cambiarse antes de sufrir un ataque de estornudos.

Al enterarse de la aversión de la rubia por el frío, Divus se había encargado de reparar las chimeneas en todas las habitaciones habitables de Ramshackle, así que su cuarto no estaba tan frío como meses atrás. Aún así, el solo hecho de tocar el suelo con el pie descalzo hacía estremecer a la chica.

Poniéndose el uniforme a la velocidad del rayo, Evangelyn decidió usar también su suéter y una campera inflable arriba, previniendo futuros resfríos.

El mes de noviembre estaba más frío que nunca.

Le echó una mirada rápida a su cuarto, observando lo bonito que era. Habían terminado de remodelarlo, y además del hogar, en el techo había pegadas estrellas y constelaciones luminiscentes, y las paredes estaban decoradas con las fotos que había impreso de la cámara fantasma. La chica sonrió.

𝕀𝕄ℙℝ𝕆𝔹𝔸𝔹𝕃𝔼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora