Evangelyn Minerva, a pesar de su aspecto ordinario, no es una chica común.
Haber sobrevivido dos años al Devildom y ser adoptada como hermana menor de los Pecados Capitales no es ningún chiste.
Pero cuando su vida comenzaba a acomodarse, Evangel...
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𝖀𝖓 𝖕𝖊𝖖𝖚𝖊𝖓̃𝖔 𝖉𝖊𝖘𝖈𝖆𝖓𝖘𝖔
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POR ALGUNA RAZON, CUANDO Evey abrió los ojos esperó encontrarse en su habitación. Tal vez por eso la descolocó tanto ver el techo blanco de la enfermería.
Lo primero que fue capaz de darse cuenta fue que tenía un peso sobre el abdomen que no solía estar allí, así que intentó levantar la cabeza para ver qué era lo que la estaba molestando, encontrandose con la agradable realización de que la no se sentía mal para nada.
Tuvo un arrebato de ternura cuando vió a su familiar recostado encima suyo, abrazándola por la cintura.
Sentados en sillas contiguas, Ace y Deuce discutían en voz baja sobre algo que la chica no pudo identificar.
── No sé si se los han dicho. ──habló con la voz rasposa. ── Pero la enfermería es un lugar para reponerse, no para charlar.
── ¿Eh? ¡Oh!
── ¡Minnie!
Los de primero se le tiraron encima, dejándola sin aire.
── ¡¿Qué parte de que no hagan eso no entienden?! ── les chilló, pero al ver que no pensaban moverse, se resignó y terminó abrazándolos también.
── ¡Eres una idiota! ──la insultó el zanahorias. ── ¡No puedes volver a preocuparnos así!
── ¡Estaba muriendome del miedo!
── ¿...Eh? ¿Qué les pasa a ustedes dos? ──se despertó Grim refregandose las lagañas con la patita. ── Van a despertar a- ¡Minnie, despertaste! ── otro cuerpo más a la torre de personas sobre Evangelyn.
── ¡Grim, despacio!
── Chicos... No respiro. ──se quejó.
Solo eso bastó para que cada uno volviera a su lugar.
La rubia bufó y acomodó su almohada para poder sentarse apoyada en el respaldo de la cama.
Miró a su alrededor, notando que eran los únicos allí excepto...
