Evangelyn Minerva, a pesar de su aspecto ordinario, no es una chica común.
Haber sobrevivido dos años al Devildom y ser adoptada como hermana menor de los Pecados Capitales no es ningún chiste.
Pero cuando su vida comenzaba a acomodarse, Evangel...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝖄 𝖙𝖔𝖉𝖔 𝖘𝖊 𝖋𝖚𝖊 𝖆 𝖑𝖆 𝖒𝖎𝖊𝖗𝖉𝖆...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──ASI QUE DE ESO SE trata. ──murmuró Solomon para sus adentros.
Estaban sentados en el banco de una plaza, la más grande que había en el Devildom, poniéndose al corriente.
Fue una agradable sorpresa encontrarse con el albino en su sueño-recuerdo, ya que con su presencia tenía una buena excusa para no pensar demasiado en su hogar y sentirse mal.
──Entiendo que RAD tenga algunos problemas (después de todo, es una escuela para demonios), pero ¿No es un poco negligente permitir que los estudiantes se estafen entre si y usen magia inadecuadamente? Quiero decir, son menores de edad.
──Es lo que he estado intentando decirles todo este tiempo. ──suspiró Evangelyn con la mirada fija en el cielo. ──Es un mundo tan extraño...
──Bastante retorcido, diría yo. ──agregó con una sonrisa. ──Descuida, Lyn. Si alguien puede superar esto, esa eres tu.
El semblante de la chica se ablandó.
──Eso espero... ──bostezó.
──Deberia irme. ──informó el mago. ──Necesitas descansar bien para enfrentar esta prueba.
Ella lo miró suplicante.
──Pero-
──De por si, no debería haber intentado comunicarme contigo; aún no sabemos cómo funciona esta conexión interdimensional. Pero de solo pensar en no felicitarte en este día... ──hizo una mueca, como si la idea le hiciera daño. ──Los hermanos estaban enloquecidos. Ni siquiera Diavolo pudo contenerlos.
──¿Qué hicieron?
──Una gran fiesta. ──bufó. ──Dijeron que si hacían sufriente ruido tal vez los oirías. Toda la ciudad está celebrando.
Evey se llevó una mano al pecho, conmovida, pestañeando para no soltar las lágrimas que se acumularon en sus ojos.
