Especial Taeyong
-Espera. -Reí. Estas bebiendo muy rápido vas a emborracharte. -Ella chasqueó la lengua, sí, ya estaba borracha. -¿Azami?
-Taeyong. -Pestañeó lentamente. Sus esferas verdes me escrutaron.
-¿Qué?
-¿Hablas francés?
-No. Hablo inglés, coreano, japonés, chino básico, pero no francés.
-Ah....Je vous aime...
-¿Qué?
-Je vous aime beaucoup.
-¿Qué es eso? -Pergunté. Entonces se incorporó y a mí, que apoyaba la cabeza en una mano se me resbaló. -¿Qué haces ahora niña?
-Je ne suis pas un enfant...-Su voz era pegajosa y dulce como la miel al paladar.
-¿Uh?... -Pregunté con un hilillo de voz bajo su respiración suave y arrebatante, se sentía como la de un gatito antes de dormir. Me había puesto más que nervioso, yo que me estaba aguantando todo tipo de ganas de ponerle un dedo arriba y seguía repitiéndome a mí mismo que era una niña. Sonrió y me besó. Y yo, pues no me resistí a probar nuevamente sus labios. En un dos por tres la dejé debajo y comencé a besarla. Y se acabó la dulzura porque yo literalmente me la quería comer. Ella dejó sus manos libres a mi agarre. Y solo se dejaba hacer. Fui a su cuello por un momento para dejar besos en él. Imposible que esos suspiros fuesen de la niña a la que veía, sinceramente eran de la mujer que me volvía loco.
-Taeyong. -Dijo entrecortadamente antes de quedarse dormida. Genial, seguramente luego no lo recordaría. Le puse el shorts para esperar a los demás en el auto y la acomodé dormida sobre mí, esperando a que despertase de la resaca pronto. No podía tocarla más de lo q ya lo había hecho hoy, porque no estaba teniendo su consentimiento.
