Azami
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-¿Pongo algo de música?- Me preguntó viendo mi silencio prolongarse. Me encogí de hombros y miré hacia afuera.- ¿Peleaste con tu mamá?
-Algo así. –Eligió por fin uno de los canales.
“-Y para las damas que se merecen algo mejor tenemos un tema que llenará los corazones.”
“I can be selfish
Yea, so impatient
Sometimes I feel like Marily Monroe”
(Puedo ser egoísta
Ser impaciente
A veces me siento como Marilyn Monroe)Lo que me faltaba. Monroe. Se me hizo un nudo en la garganta, Taeyong tiene que joder hasta cuando está media ciudad de por medio.
“Call it a curse
Or call me blessed
If you can’t handle my worst
You ain’t getting my best
Is this how Marilyn Monroe felt?”
(LLamalo maldición
O llámame bendición
Si no puedes soportarme en mis peores momentos
No me mereces en los mejores
¿Así es cómo se sentía Marilyn Monroe?)Creo que si era así como se sentía, yo no puedo explicarlo. Una simple pregunta que me hago a mí misma. ¿Quién ha estado siempre ahí para mí? ¿Kun? ¿Siquiera le importa si me siento mal? Una lágrima resbaló por mi mejilla.
-Quita esa canción por favor, no me gusta Nicky Minaj. –Pero mentía, amaba ese tema.
Entramos a su casa, cenamos cómodamente, fingí estar feliz de la vida y de estar con él y sonreí como la muñeca de plástico que me habían hecho creer que era.
Kun se acercó a mí lentamente, dejó un suave beso en mis labios acariciando mis hombros.
-Te ves hermosa con ese vestido.
Oh yo no me sentía para nada así, sentía que estaba amarrada al vestido rosa, sentada a la mesa como Barbie, con el peinado perfecto y los zapatos que no me permitían sostenerme correctamente. Volvió a besarme y lo correspondí, no sabía cómo lo hacía, pero continuaba, porque era lo correcto. –“¿Cómo puede estar bien besar a quien no te gusta?”- Vinieron a mi mente las palabras de Taeyong en aquella fiesta. -“¡Hago lo correcto!” Debo hacerlo por… -¿Por qué debía hacerlo? Mi mamá había estado tan feliz. Mi papá dijo que estaba orgulloso de mí. -“Debo hacerlo.”- Me tomó en brazos y me llevó a su cama, dónde continuó besándome y dejando caricias en mi piel. Se colocó sobre mí, como autómata traté de mirarlo, pero no lo conseguí, así que cerré los ojos, porque, nunca había sido incapaz de mirar a alguien directamente. Puso una de sus manos en mis piernas, entonces las imágenes fueron traídas con el relámpago que iluminó la habitación en penumbra. Taeyong hacía círculos en mi muslo con sus dedos, besaba mi nariz y reíamos. Se me hizo un nudo en la garganta. El chico que me acompañaba volvió a besarme, olía a perfume masculino, me revolvió el estómago.-Espera…-Dije sin abrir los ojos, no podía verlo. ¿Si abría los ojos y veía su cara, que sentiría? ¿Miedo? ¿Asco? ¿Me resignaría a que me tocaran esas manos y me besaran esos labios?
-¿Qué sucede? –Continuó besando mi cuello, se me puso la piel de gallina, no porque me pareciese placentero, me causaba una repulsión extrema.
-¡Dios mío Kun no me toques! ¡Aléjate!
-¿No te sientes preparada? Porque si no lo estás podemos dejarlo. –Me lo quité de encima, no intentó forzarme.
-No creo que esté preparada para esto nunca, no contigo. Lo siento. –Abracé mis piernas, me percaté de que aún tenía los zapatos.
-Pero para restregarte con Lee Taeyong si estás preparada.
-¿Tú qué sabes sobre eso? –Pregunté con sorpresa.
