Azami:
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-Aquí está la chica más hermosa del mundo. -Saludó Kun sonriendo ampliamente.
-Hola. -Devolví el gesto y además lo abracé, cosa que nunca había hecho por iniciativa propia, pero me apetecía.
-Que cariñosa estás hoy. -Se extrañó frunciendo el ceño aun riendo.
-Si quieres dejo de serlo.
-No, no, podría acostumbrarme.
-¿Y bien, a dónde vamos hoy? -Pregunté al fin separándome del abrazo que había durado bastante.
-Sorpresa, sorpresa, pero sé que te encantará. Sube. -Abrió la puerta del taxi para mí.
Dejamos detrás la empresa de sus padres. Por cierto sentía curiosidad por algo.
-¿Kun, en que trabajan tus padres?
-Oh, cierto, aún no sabes. Pues digamos que tiene algo que ver con esto. -Me entregó una caja pequeña y celeste decorada con unas marcas que parecían ramitas de árboles.
-¿Qué es?
-Es para disculparme por lo de las vacaciones. De verdad siento haberme puesto de esa forma. Pero me sorprendió bastante la actitud de Taeyong. -Dejé de mirar mi regalo aún cerrado para concentrarme en su rostro.
-La verdad me molesté porque no hiciste nada. Pero ya se me había olvidado. Supongo que Taeyong... En realidad no sé por qué se puso así. Pero yo le había dado permiso para lo de las fotos. -Bueno, solo para una, pero igual Tae era mi amigo, así que no veía problema. Esa exposición fue todo un éxito y me enorgullecía que lo estuviese haciendo bien.
-Perdón de nuevo, a partir de ahora me comportaré como un verdadero novio, lo prometo, tendré más tiempo para ti. -Entrelazó sus dedos con los míos por un momento y me sonrió. Kun tiene una sonrisa preciosa, creo que lo que más me gusta de él es su sonrisa. -¿No vas a abrir el regalo?
-¿Uh? -Dije saliendo del pequeño trance. -¡Oh! Sí. -Reí. -Lo siento, estaba mirando lo bonita que es tu sonrisa. -¿Por Dios, eso había salido de mi boca? ¿De verdad?
-Estás rara hoy. Pero me encanta. -Me dio un pequeño beso en los labios. En realidad no me sentía muy bien, mi papá había llamado, mi mamá había peleado con mi abuela por una tontería. Mi hermana tenía el teléfono apagado desde el día de la cita, Haechan estaba de viaje y Taeyong no me había llamado. Siendo sincera me sentía abandonada, necesitaba amor de alguien.
-Kun esto es... wow, es precioso. -La cajita tenía dentro un collar plateado muy fino, con una pequeña piedra verde que para su tamaño llamaba bastante la atención.
-Tú eres más bonita. -Me dio risa y se la contagié. -¿Te ayudo a ponerlo?
-Sí.
-¿Ya puedo mirar? -Sentía la briza en el cuerpo y el olor a salitre era inconfundible.
-Ahora sí. -Abrí los ojos y allí había un yate.
-¿¡Vamos a viajar!? -Me emocioné.
-¿Te gusta?
-¿Bromeas? Me encanta, nunca había viajado en barco.
-Entonces punto para mí. Pero tranquila me pienso anotar unos cuantos hoy. -Chasqueo la lengua. Reímos.
Dejé mi bolso en la habitación, al parecer mi mamá estaba al tanto de todo, pues se encargó de que usara ropa bastante cómoda. “Gracias mamá” Aún estoy molesta, pero gracias de igual forma. Cuando el yate comenzó a avanzar fui a dónde Kun.
