Azami:
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Salí de clases más temprano de lo que esperaba, mi novio había dicho que pasaría por mí a las cuatro, pero eran las 11 de la mañana. Maldije por lo bajo al profesor por no asistir, aunque era mi último día de curso. Me senté en un banco cercano a una heladería, ni siquiera pensé en entrar, porque sinceramente detesto el helado. Miré al cielo y luego marqué el número de Kun, no atendió, en su lugar me llegó un mensaje "Estoy ocupado, llama más tarde"
-Una plantilla. Ni siquiera te molestas en escribirlo tú mismo. -Reí. Llamé a Suki esta vez.
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Suki:- Dime.
Azami:-¿Sis, trabajas hoy?
Suki:-No, estoy acostada mirando el techo. ¿Por?
Azami:-Es que bueno, salí más temprano de la escuela y Kun no puede venir a buscarme ahora, además, me aburro. -Lloriqueé.
Suki:-¿Y si quedamos con las chicas?
Azami:-Eso sería maravilloso, de verdad.
Suki:-¿Vamos de compras?
Azami:-Ñee, a dónde quieras.
Suki:-Aviso a todas y a uno de los chicos para que nos cargue las bolsas.
Azami:-No puedo contigo. -Morí de risa.
Suki:- Me da vergüenza pedirle a alguno. Mark no está en casa hoy, Yuta está trabajando, me daría corte pedírselo a Tae, Lucas no creo que se preste... -Me volví a reír.
Azami:-Eso lo arreglo yo.
Suki:-¿¡What!? Por cierto, no tenías una cita con Kun. -Rodé los ojos.
Azami:-Es más tarde, tengo tiempo. Llamaré a Haechan para que nos acompañe.
Suki:-Cierto, ustedes se llevan de maravilla. Ok, bueno, nos vemos al rato, en el centro comercial, te mando la dirección.
Azami:-Ok, I Love u.
Suki:-Love u more, sis.
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Seguidamente me puse en contacto con mi amigo que accedió sin reparos. Me hacía gracia que hubiésemos congeniado tan fácilmente, eso no solía suceder, aunque en estos días sí que pasaba, comenzaba a tener muchos amigos.
Pasó primero por mí, ya que se encontraba cerca.
-Allí están. -Gritó Sakura pegando saltitos. Saludamos llegando a ellas, iba colgada del brazo de él; Taeyong dijo..."-Puede ser bastante irritante a veces, pero es alguien en quien puedes confiar." Yo confiaba en Tae, sabía que si él lo decía, era la verdad y eso me llevaba a confiar fuertemente en el niño de la piel bonita.
Entramos a una tienda tras otra, apoderándonos de cada producto que necesitábamos; como mi madre me había dejado algo de dinero, me pude permitir algunas cosas que no podría comprar en su presencia, como una gorra, camisetas no tan femeninas y ese tipo de cosas. Para terminar fuimos a una tienda de ropa reciclada. Nuestro chico nos hizo sentarnos en un sofá frente al vestidor y entró a este, cuando salió, Yuqi, que se había sentado en el espaldar, casi se cae para atrás. Me atraganté con el jugo de naranjas, por poco y sale por la nariz. Él se había puesto un par de tacones rojos y una bufanda emplumada verde neón en el cuello. Abrió su camisa lentamente, desabrochado solo los tres botones superiores, tenía un bolso rosa, horrendo, colgando bajo su axila y de este sacó un par de gafas de sol exageradamente grandes; colocándoselas se mordió los labios para apoyar su espalda a la pared, echándonos una mirada.-Ou sexy. -Se dijo a sí mismo. Nos partimos de la risa.
