•┈┈┈••✦ Especial ✦••┈┈┈•
Azami:
Bajé las escaleras con mucho cuidado, no quería despertar a nadie, y si por alguna razón aún estaba alguna de las dos despiertas, no quería que me escuchasen. Casi se me escapa un grito cuando llegué a la sala, mi abuela se había quedado dormida frente a la tele y parecía un fantasma. Reí por lo bajo abriendo de a poco la ventana.
She said to me “forget what you thought ‘cause good girls are bad girls that haven’t been caught.” (Ella me dijo “Olvida lo que pensaste porque las chicas buenas son chicas malas que no han sido atrapadas”)
Tarareé caminando hacia la acera en dónde me esperaba un sonriente Taeyong. Siempre tenía que ser Lee Taeyong, no podía ser Yuta, no podía ser Mark, no; al que le tocaba venir a buscarme siempre era a Lee Taeyong.
-Si me hubiera enterado de que te escapabas tan fácil de casa, sin ayuda, hubiera venido a sacarte antes. –Comenzamos a andar.
-¿A dónde me hubieras llevado? –Pregunté inexpresiva.
-Claramente a un yate no.
-¿¡Cuál es el problema con lo del yate por Dios!? Desde esta mañana estás hablándome raro.-Vamos al grano, me moría por saber, por una vez, lo que había en su cabeza.
-Yo no tengo ningún problema con el yate, el problema es tu novio.-Bufó mirando hacia adelante.
-¿Qué tiene mi novio ahora? Nadie se lo saca de la santa boca.
-No me digas que no notaste como se pusieron las cosas en el hotel desde que me vio.
-Hombre normal. ¿Cómo crees que reaccionarías si se llevaran a tu novia del brazo como si fuera de su propiedad?
-Mínimo le rompo los dientes. –Sonrió. Yo sabía lo que quería decir con eso; que Kun no había hecho nada en ese momento y luego se había comportado como idiota.
-Él se disculpó conmigo.
-¿Y entonces te dio el collar no? –Señaló con la cabeza.
-S…sí.
-Clásico.
-Me prometió que sacaría más tiempo para mí además, y tú en eso no tienes por qué meterte. No te pases de la raya, eres mi amigo, pero hay un límite de cosas que te permitiré.
-¿Vaya, tan mal te fue que destilas ácido sulfúrico?
-La verdad me fue fenomenal.
-Pues entonces me alegro por ti. Y lo lamento por mí que tengo que beberme el jugo del limón.
-Búscate una novia que sea tan dulce como un mango entonces, y deja de andarte metiendo en lo que no te importa.
-Azami no vayas por ahí porque…
-¡Chicos! –Gritó Mark, él y Yuta esperaban en la esquina.
-Mejor dejamos este tema porque no quiero pelear hoy.
-Sí, claro. –Viró los ojos.
-¿Podrías dejar de ser sarcástico por cinco minutos Lee Taeyong?
-¿Que sucede? –Nos preguntó el canadiense al ver nuestras caras de “No me mires porque no te voy a hablar”.
-No pasa nada. –Sonreí y lo abracé con fuerza. – ¿Trajiste la escalera?
-Está en frente de casa, vamos. –Me agarré del brazo de mi amigo e ignoré a Taeyong, no quería ni el menor roce con él esta noche.
