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#Capitulo 35: Discusión

Abbie

—De que estas hablando Dakota.

—Ellas son pareja — sonrió—. Están juntas hace años Abbie.

—Eso no es posible —susurré sin poder creer aquello que decía Dakota.

—!No lo es!  —tomó mis manos—. Ellas se aman. Lo nuestro es posible Abbie —sus ojos reflejaban esperanza, una esperanza que rompería en cualquier momento con mis palabras—. Podríamos irnos muy lejos y vivir juntas para siempre, Mi amor —su voz estaba llena de ilusión.

—Dakota...

—Será dificil —me interrumpió— pero no imposible. Sé que podemos Abbie —insistió.

—No puedo irme de aquí, Dakota, lo sabes.

Me dolía en el alma saber que fui yo la causante de que su ilusión se viera destrozada. Solo quedaban dos semanas para que nuestra burbuja de amor acabara. Ella se iría y yo me tendría que casar. No era algo que pudiésemos evitar. 

La amo, la amo como jamás creí posible pero mi realidad no se adaptaba a la suya. 

—Ni siquiera lo hemos intentado...—susurró con sus ojos tristes.

—No podemos arriesgarnos —soltó mis manos—. Mis Padres no nos dejarían vivir en paz...

—De todas formas no tendría paz sin ti, Abbie —dio un paso hacia atrás haciendome saber que mis palabras y mi actitud la lastimaban— pero parece que solo a mí me importa.

—¿Crees que no me duele todo esto? —la miré con el ceño fruncido ante sus palabras.

—No he dicho eso —negó— pero me duele no ver de tu parte hacer algo por cambiar nuestro destino.

—No podemos cambiarlo...

—Eres tan negativa —sonrió con tristeza.

—Dakota...—intenté tomar sus manos pero no me lo permitió.

En completo silencio se subió al caballo y sintiendo mi corazón apretujado, por lo sucedido, hice lo mismo. Rodee su cintura, sintiendo su cuerpo totalmente tenso, Ella no quería hablarme y lo entendía. A paso apresurado cabalgó hacia la casa de mis Padres mientras la lluvia mojaba nuestros cuerpos. 

Mi mente no dejaba de pensar, a mi también me dolía toda esta situación. Me duele cada vez que tengo que fingir que mi amor por Dakota es solo amistad porque no era así. La amo, la amo como una Mujer puede amar a otra...como yo puedo amarla. Daria lo que fuera porque este amor no estuviera mal, porque mis padres lo aceptaran pero no puedo ir en contra de ellos...son mis padres, me dolería perderlos.

Apenas llegamos me bajé sintiendo mis zapatos empapados de agua.

—Debemos hablar —susurré viendo como le quitaba la montura al caballo. 

—Ya hablamos suficiente —ni siquiera me miró.

—¿Me ignorarás? 

La vi pasar por mi lado sin siquiera mirarme. 

Antes de que pudiera salir del establo la detuve tomándola del brazo, obligandola a enfrentarme. Su mirada endurecida me quitó el aliento por un segundo pero eso no me haría flaquear.

—Si mi ignoras jamás resolveremos esto.

—¿Esto? —se soltó de mi agarre—. ¿Qué es esto Abbie? —nos apuntó.

—Sabes muy bien de lo que hablo...

—No, no lo sé —negó pasándose las manos por el cabello—. ¿Qué somos? —dio un paso hacia mí. No sabia que responder— !¿Qué somos Abbie?!....ni siquiera eso puedes responder.