#Capitulo 31: Una noche más

313 28 12
                                    


Abbie

Leí una y otra vez la frase sin poder dejar de sonreír.

Estos detalles eran los que provocaban que lo que siento por Dakota sea mucho más fuerte y a la vez más aterrador. Era un sentimiento nuevo que cada vez se hacía más dificil poder controlar, aunque me gustaría no tener que hacerlo. Me encantaría poder dejar que mis sentimientos tomaran parte de mi control sin preocuparme de lo que eso podría llegar a significar, pero lamentablemente no era algo que tuviera permitido. 

Al menos no en esta vida.

Con el corazón lleno de emociones guardé la tarjeta en mi libreta como de costumbre. 

Miré nuevamente las flores sobre la cama y la duda se apoderó de mi mente. Dakota me había ignorado todo el camino a casa y esta sorpresa era imposible que la haya podido hacer después de que llegáramos. Lo hizo cuando aún todo estaba bien.

Quería ir a su habitación para agradecer el hermoso gesto que había tenido hacia mí pero no sabía si sería bienvenida. No quería ser rechazada.

Me había resignado a tener que verla mañana pero mi cabecita en el ultimo momento ideó un plan. No sabía si funcionaría pero al menos lo habría intentado.

Saqué un trozo de papel de mi libreta y comencé a escribir.

Mi letra no eran tan bonita como la de ella pero me esforcé para que saliera lo mejor posible. Miré el trozo de papel como si fuera lo más preciado del mundo. Tenía todas las esperanzas puestas en él.

Abrí la puerta, asegurándome de que no hubiera nadie en el pasillo, y salí con sigilo hacia su habitación. La luz se filtraba por su puerta. Ella aún estaba despierta. Mi plan aún podía tener éxito.

Doblé el papel y lo deslicé por debajo de la puerta. Mi corazón se agitó ante la espera y la sensación de estar haciendo algo indebido, y de cierta forma lo era.

Podía sentir como se movía por su habitación pero la puerta aún seguía cerrada frente a mí. ¿Lo habría leído? ¿Me estaría ignorando? La decepción llegó y se fue tan rápido como la puerta se abrió permitiéndome verla frente a mí.

—Dakota...

Tiró de mi brazo para adentrarme en su cuarto, y tan sorpresivo como su regalo, besó mis labios. 

Todas las dudas y temores desaparecieron al instante.

Rodé su cuello sintiéndome desfallecer en sus brazos. Ella marcó el ritmo y no me negué en lo absoluto en seguirlo. Sus manos tibias acariciaban mi espalda haciendome suspirar y temblar ante su tacto. Mi plan había resultado mejor de lo que esperaba.

—Creí que no querías verme —murmuré sobre sus labios con la respiración agitada.

—Siempre querré verla —dejó un dulce beso, que hizo suspirar mi alma, antes de juntar nuestras frentes.

—¿No estás enojada conmigo? 

—No. ¿Por qué lo estaría?

—Después de nuestra conversación en nuestro lugar Favorito, no me volvió a dirigir la palabra.

—No estaba enojada —aclaró mientras me guiaba a su cama, en donde nos sentamos una al lado de la otra. Bola de pelos no tardó en saludarme—. Solo quedé pensativa. Perdón si la hice sentir mal.

—Está bien —intenté restarle importancia—. De todas formas con la sorpresa que encontré al entrar en mi habitación se arregló todo —me incliné hacia sus labios—. Gracias por las flores —susurré antes de darle un pequeño beso en sus labios.

Nuestro lugar favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora