#Capitulo 22: Primer beso

229 20 9
                                    


Dakota

Llegué al pasillo, que conectaba con las demás puertas de los balcones, y comencé a caminar hacia unas escaleras que se veían al final del todo. cuando estaba por bajar sentí el sonido de una puerta abrirse. Me voltee aún agitada y vi a Abbie que también tenía su mirada en mí.

Sin detener mi paso seguí mi camino. No sabía a donde iba pero no me importaba, necesitaba estar alejada de la gente para poder respirar y pensar en todo lo que había sentido con solo una caricia.

Si la llegaba a besar moriría.

Pasos se escucharon en las escaleras haciendome saber que Abbie me había seguido. Salí queriendo alejarme de ella y me lo estaba haciendo dificil.

Al llegar al primer piso me topé con otro pasillo pequeño, de alfombra roja, y con tres puertas. Una al final de todo y dos a ambos lados. Estando ahí se podía escuchar la música más fuerte y las voces de los actores se sentían prácticamente en tu oído. Todo era más intenso y con eso me pude dar cuenta de que estaba en la parte trasera del escenario.

Un impulso me hizo ingresar a la puerta de mi lado izquierdo.

La habitación estaba completamente a oscuras a excepción de la luz que se infiltraba por un gran ventanal con barrotes de metal a unos cuantos metros frente a mí. Agudicé la vista para poder ver bien que era lo que tenía a mi alrededor. Estaba lleno de cosas para ambientar cada escena. Habían vestidos y trajes colgados en un fierro móvil, muebles, cuadros, pelucas, etc. Aquí guardaban todo lo necesario para la obra.

El sonido de la puerta tras de mí me hizo reaccionar. En un rápido reflejo me apegué a la pared mientras la puerta era abierta dejándome por un segundo mi cuerpo cubierta por esta.

Me asomé ligeramente para ver quien había entrado y pude ver su cabellera rubia. Ella inspeccionaba con su mirada cada rincón de la habitación en busca de algo, que sabía muy bien era yo. Me acerqué con sigilo y cuando la vi con intenciones de voltear hacia la puerta, me acerqué y coloqué mis manos en sus ojos.

-¿Quién soy? -susurré en su oído permitiéndome oler su rico perfume.

-Dakota -respondió con una sonrisa. Llevó sus manos a las mías. Estaban un poco heladas.

Aparté mis manos y en seguida se volteó a mirarme.

-¿Qué haces aquí?

-Quería salir a dar una vuelta -le resté importancia para que no sospechara.

-¿Estás bien?

Se veía preocupada.

-Sí -le sonreí.

Me devolvió la sonrisa y en silencio comenzó a observar cada objeto que había en la habitación. Yo solo me quedé ahí, sin moverme, mirando como pasaba sus dedos por los muebles con curiosidad. De repente tomó una de las pelucas que habían colgadas en un perchero de madera y se la puso en su cabeza.

-¿Me veo linda? -sonrió con sus manos en la cintura mientras me miraba.

-Hermosa -sonreí al ver su cabello negro. Realmente se veía igual de linda-. Pero prefiero su cabellera rubia -me acerqué.

-¿Y así? -tomó una bufanda roja de plumas y se la puso al rededor de su cuello- ¿Qué tal? -revoloteó sus parpados.

-Magnifica.

Sin querer quedar atrás en su juego me acerqué uno de los muebles en donde había encima un sombrero negro. Me lo coloqué junto con una chaqueta de un traje negro y me volví acercar a ella. El sonido de un piano, arpas y violines comenzaron a sonar dándonos una melodía perfecta.

Nuestro lugar favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora