LIZZIE se sentía completamente vigilada.
Pues después de su accidente Miguel le puso niñeras personales para ella, los cuales la seguían en absolutamente todo.
Jess se encontraba con la pelirroja mientras le enseñaba la nueva sala de prácticas.
— Bien, elizabeth. — Se paro enfrente de ella. — Aquí podrás entrenar tus poderes, no te quitaremos el brazalete porque con solo tocar el suelo podrías derribar este edificio. — Dijo divertida. — Pero podrás practicar la magia que sale de tus manos, ¿estás de acuerdo?
— Si, jess... Gracias. — Murmuró suavemente mientras que la embarazada abandonaba el lugar, dejándola con los demás spiders de su edad.
Lizzie muro atenta a lo que tenia al rededor, había zonas de práctica de cuerpo a cuerpo y un par de objetos, recargador de telarañas y cosas extremadamente pesadas.
Suspiro y se acercó a estas enormes bolas, pues quería ver cuando podría aguantar con solo el movimiento de sus manos.
— Aléjense, no lo sé controlar bien. — Advirtió a los Spiders que la cuidaban.
Elizabeth no tardo en apuntar ambas manos hacia dichas bolas tan pesadas, logrando moverlas un poco, pero ella estaba segura que podría hacer eso y mas.
Cerro los ojos mientras su concentración se maximizaba, logrando que ambas bolas de acero lograran levantarse.
Sonrió contenta al ver que si podría levantar algo exageradamente pesado con sus poderes.
Quiso probar su maximo poder así que levantó aún más el par de objetos pero su cansancio hizo que las terminara azotando con demasiada fuerza, pues ella había hecho que ambas bolas se hicieran aún más pesadas con su poder.
Cerró los ojos esperando no ver lo inevitable, las bolas de acero habían roto el piso por completo, incrustándose como un clavo a la madera.
Movió las manos asustada, intentando desenterrar las bolas pero fue todo lo contrario, las empujó aún más hacia adentro, logrando que cayeran al piso de abajo y creando unos grandes hoyos en donde estas se encontraban.
— Lo siento, lo siento, lo siento. — Murmuró preocupada hacia los spiders, los cuales se rascaban la cabeza con preocupación, pues sabían que a su jefe no le parecería nada que hubieran roto el lugar.
— ¿Quien le dice, tú o yo? — Preguntó el enmascarado hacia su contrario.
Lizzie observaba la situación con algo de ¿gracia?, pues ambos chicos comenzaron a pelear sobre quien le decía al jefe lo que acababa de suceder.
— ¡Basta!, le dire yo... — Eso llamó la atención de los arácnidos.
Los cuales se asomaron a través de los hoyos y pudieron ver a sus demás colegas rodeando las esferas bastante sorprendidos.
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𝙋𝙀𝙋𝙋𝙀𝙍𝙎 🍒 | 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗢'𝗵𝗮𝗿𝗮
FanfictionTodos sabían la historia de la mancha... Pero nadie tomaba en cuenta a 𝐋𝐈𝐙𝐙𝐈𝐄... La hija de aquel villano... - 𝖭𝗈 𝖾𝗋𝖾𝗌 𝖻𝗎𝖾𝗇𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂... ¿O tal vez si? Contenido +18