CHAPTER TWENTY- SIX | PROMISES AND DIVERGING PATHS 🍒

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El suelo bajo mis pies temblaba

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El suelo bajo mis pies temblaba. Los Spiders habían rodeado el área, cada uno preparado para lo que viniera. Miguel, con su mirada feroz y calculadora, hizo una señal a los demás. No iba a haber más palabras. No después de todo lo que había sucedido.

Los primeros ataques llegaron rápidos, como una lluvia de golpes de energía y telarañas que se estiraban con fuerza. El sonido del choque era ensordecedor, el zumbido de los golpes resonando en mi oído. Los primeros dos Spiders intentaron lanzarse sobre mí simultáneamente, pero ni siquiera tuve que moverme. Mis manos brillaron con esa energía roja que emanaba de mi interior, y con un solo movimiento, los rechacé hacia atrás, estrellándose contra las paredes cercanas. No los maté, no los destruí, pero los dejé incapacitados por el momento.

Miguel no era tan fácil. Sabía que me tenía que acercar con cautela. Me observaba, buscando una abertura, algo que lo dejara ganar. Pero estaba cometiendo un error. No entendía lo que era luchar contra mí, no en este estado.

— ¡Ahora! —gritó, y en cuestión de segundos, todos los Spiders se lanzaron hacia mí.

Era un espectáculo de telarañas, golpes rápidos y ágiles. Me vi rodeada por todas partes. Los impactos resonaron en mi cuerpo, y aunque no me dolían, sabía que el objetivo no era solo vencerme, sino sacarme de la jugada de una vez por todas. Uno de ellos me lanzó una telaraña directa al rostro, y la dejé llegar. Me cubrió la cara, pero no me detuvo. No más que un simple obstáculo.

De un solo gesto, el poder que brotaba de mis manos se expandió, destruyendo la telaraña y creando una explosión de energía a mi alrededor. Los Spiders fueron lanzados por el aire, algunos chocando contra el concreto, otros cayendo al suelo con una fuerza que hacía eco.

Pero había algo más. Algo que me dolía profundamente en el fondo. Había prometido algo.

Miguel, que no había dejado de observarme, me lanzó una mirada de desafío, como si no fuera suficiente. Pero el precio de lo que estábamos haciendo comenzaba a pesar en mi pecho. Cada golpe, cada herida que infligía, no me hacía sentir más poderosa. Me hacía sentir más vacía.

Estaba a punto de liberar toda mi furia sobre ellos. Sabía que podía acabar con todos, aniquilarlos de una vez por todas, borrarlos de este mundo. Pero entonces recordé. La promesa que le había hecho a Miles.

Lo miré en ese instante, buscando su rostro entre la batalla. Estaba a su lado, cubriéndose con telarañas y evitando los ataques, pero su expresión era clara. No quería más muertes. No quería ver más destrucción. Él creía en algo diferente, algo más grande que todo esto.

Entonces, alzando las manos, dejé que la energía de mis dedos disminuyera. La lucha no iba a terminar con un destello brillante, ni con la furia de una tormenta. Decidí que ya había suficiente daño.

— ¡Basta! —grité, mi voz vibrando a través del aire.

Y, aunque la orden era para todos ellos, mi mirada estaba fija en Miguel. Mis poderes brillaron con fuerza, pero de manera contenida, la energía volvió a formar una burbuja protectora alrededor de mí. Los Spiders, que antes parecían decididos a derrotarme, ahora caían al suelo, exhaustos, pero vivos.

𝙋𝙀𝙋𝙋𝙀𝙍𝙎 🍒 | 𝗠𝗶𝗴𝘂𝗲𝗹 𝗢'𝗵𝗮𝗿𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora