Todos sabían la historia de la mancha...
Pero nadie tomaba en cuenta a 𝐋𝐈𝐙𝐙𝐈𝐄... La hija de aquel villano...
- 𝖭𝗈 𝖾𝗋𝖾𝗌 𝖻𝗎𝖾𝗇𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂...
¿O tal vez si?
Contenido +18
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ASFIXIADA... Esa era la palabra que en estos momentos la definía.
Las arcadas de madrugada no tardaron en despertar a la pelirroja, la cual inmediatamente corrió al inodoro a expulsar todo lo que su estómago contenía.
Una segunda persona tomando su cabello la ayudo para que este no cayera en su vomito.
— Tranquila... — Acarició con cariño la espalda de la pelirroja.
Elizabeth agradeció por completo que la rubia se encontrara en esos momentos apoyándola, pues los últimos días habían estado llenos de misiones y cosas que Miguel le pedía.
No podía estar mucho tiempo con el porque Gabriel se lo robaba, eso no la hacía sentir mal pero tampoco bien.
Aun tenía en duda aquella misión que Miguel prometió darle, pero supuso que no era importante, pues Miguel jamás dejaría pasar una misión así.
Lavó su rostro con el agua tibia de la llave, mientras colocaba pasta en su cepillo de dientes, comenzando a menear el cepillo dentro de su boca de arriba a abajo.
— ¿No piensas decirle a Miguel? — La pregunta de Gwen invadió por completo su cabeza.
Si, había tenido recaídas respecto a eso pero no pensaba hacer o decir nada, pues sabía que había demasiado que hacer y no quería tener un problema más en su vida.
Elizabeth tomó un poco de agua entre sus manos y la tomó mientras se aseguraba de quitar todos los restos de pasta.
— No quiero darle problemas a Miguel... — Aseguró mientras escupía el resto.
— Elizabeth, es preocupante que desde que recibiste tus poderes estés así... — La rubia se acercó a la pelirroja en un ligero intento de captar su atención. — Dime, ¿como le haces para poder y no vomitar enfrente de Miguel? — Cuestionó.
— Sencillo, evitó comer.
— ¿Y si algún día lo haces?
Elizabeth giró los ojos ante la preocupación de su amiga.
— No ha pasado y no va a pasar, y si llegará a pasar no dudaría en crear una excusa y venir a vomitar acá. — Dijo con frustración.
Tallo sus ojos y se dirigió de nuevo hacia su cama, seguida de la rubia.
Gwen no estaba muy contenta con lo que había decidido Elizabeth, pero sabía que no había nada que pudiera cambiarla.
— Descansa... — Murmuró con cariño hacia su amiga.
— Descansa también...
ELIZABETH sabía que tenía que aprovechar que el mayor de los O'hara se encontrará completamente ocupado, pues la chica no dudó ni un segundo en correr con su mejor amigo y darle indicaciones sobre el gizmo.
