Todos sabían la historia de la mancha...
Pero nadie tomaba en cuenta a 𝐋𝐈𝐙𝐙𝐈𝐄... La hija de aquel villano...
- 𝖭𝗈 𝖾𝗋𝖾𝗌 𝖻𝗎𝖾𝗇𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗆𝗂...
¿O tal vez si?
Contenido +18
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LIZZIE estaba cansada y aburrida, le costaba tocar las cosas sin que estas no se carbonizaran al instante.
Suspiro con frustración y colocó unos guantes que al parecer tendría que usar toda su vida, pues las cosas de tela eran las únicas que no reaccionaban ante sus poderes.
Su vida había cambiado y eso lo sabía, se colocó una sudadera mientras amarraba los cordones de sus zapatos.
Iría a la tienda aunque no tenía ni un solo peso, pero por lo que había descubierto, sus habilidades eran más allá de carbonizar objetos o personas, ella podía manipularlos con solo susurrar en sus oídos.
El fuerte sol de la ciudad la hacía sentir abrumada, entro en la tienda mientras tomaba un par de cosas, habían sido unos largos meses desde que le pasó aquel incidente, la policía no le importó que un cadaver hubiera desaparecido de la morgue y mucho menos quien la mato, eso era su realidad.
Le sonrió al dueño de la tienda mientras que le indicaba que se acercara, pues quería utilizar su poder.
— Dame todo tu dinero... — Susurro en su odio.
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Sus ojos se vieron llenos de un especié de humo negro, causándole unas grandes líneas negras debajo de sus ojos, obedeciendo por completo a Elizabeth.
Sonrió en cuanto el dinero fue puesto en sus manos, alistando todo lo que había tomado con ayuda de una bolsa.
Al salir golpeó suavemente con un chico de tez negra, mirándolo rápidamente mientras huía del lugar.
MILES miraba aquella chica con cierta extrañeza, pues parecía ocultar algo pero en cuanto se acercó a él joven que atendía la tienda se le hizo extraño.
Este tenía una sonrisa por completo.
— ¿Todo esta bien? — Pregunto.
— Claro, ¿que se le ofrece? — Pregunto amablemente el vendedor.
Pues aunque todo parecía bien, había algo que no terminaba de entender, tenía una sensación extraña por todo el cuerpo al ver a esa chica, se podría decir que su sentido arácnido se activó.
