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Ayudaste a tu madre poniendo la mesa para cenar, mientras hacías eso el teléfono de la sala comenzó a sonar dando aviso que alguien estaba llamando. Paraste lo que hacías para caminar a la sala, donde estaba el teléfono y contestar, pero una personita contesto antes de que llegaras, era tu pequeño hermanito.
- ¿Quién habla? - pregunto con su vocecita.
Lo miraste con ternura viendo como contestaba el teléfono, él sonrió al escuchar la respuesta del otro lado de la línea y te entrego el teléfono.
- es Tom - rápidamente tomaste el teléfono y lo acercaste a tu oreja.
- ¿Tom? - hablaste a través del teléfono.
- ¿cómo estas, cariño? - escuchaste su voz, se escuchaba algo cansada y soñolienta.
- bien, lindo - te sentaste en el sillón que estaba al lado del mueble donde dejaban el teléfono - extrañándote - suspiraste
- yo igual, Maggie - suspiro - ¿Cómo te fue en tu examen? ¿aprobaste? - pregunto, esta semana debias dar un examen recuperativo, te habías sacado malas notas, pero la calificación te había alcanzado para aprobar.
- sí, el profesor me felicito y todo - le contaste -¿Cómo están los chicos? ¿Qué tal Berlín? - preguntaste.
- ellos están bien, cansados, pero bien. Las fans de aquí son asombrosas como en todos lados - te contesto - volveremos en dos semanas, no soporto estar lejos de ti y de tu cuerpo - lo último lo dijo en tono coqueto.
- Tom - reprochaste con un leve sonrojo
- pero es verdad, extraño todo de ti y no puedo olvidar la última noche que pasamos juntos - escuchaste como soltó un gruñido.
- debo admitir que yo igual te extraño, de todas las formas posibles - le seguiste el rollo.
- ¿Qué tan una SexCall hoy? - soltaste una pequeña risa - ¿Qué dices? -
- digo... que puede ser - contestaste juguetona - pero primero debes descansar y luego hacemos eso - hablaste.
Sentiste a tu madre que se acercaba a ti con una sonrisa, sabias con quien hablabas.
- cariño, ya vamos a cenar - te aviso tu madre, la miraste y asentiste - ¿es Tom? -
- si -
- mándale saludos, dile que tome todas sus vitaminas o lo regañare cuando vuelva, a los cuatro - tu madre dijo y salió de la sala para ir de nuevo a la cocina.
- tu suegra manda saludos y te manda a que tomes tus vitaminas y lo mismo va para el resto - te reíste.
- ok, ok, lo hare y gracias dile de mi parte - asentiste - ¿a qué hora? - volvió al tema de la llamada.
- mis padres se duermen como a las doce o un poco más, ¿Qué te parece a las dos? - contestaste en un tono coqueto.
- perfecto - el chico tenía una gran sonrisa en su rostro - ponte esa lencería que te compre, la roja con negro -
- ok, amor tengo que colgar, tengo que ir a cenar - te levantaste del sillón - te amo, cuídate y descansa -
- claro qué lo hare, no puedo esperar a escuchar tus lindo gemidos - rodaste tus ojos - te amo linda -
- y yo a ti, bebé. Te llamo más tarde, bye - colgaste
