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Te habías sentido mal los últimos días, vómitos, mareos y cambios de humor contantes. Tus compañeras de trabajo te interrogaron muchas veces, pensaban que tal vez era tu periodo que se acercaba, pero este no había llegado hace mucho, alarmando a ti y tus amigas.
Una de ellas fue hasta la farmacia más cercana y compro cinco pruebas de embarazo para luego volver al establecimiento. Trabajabas en una escuela por lo cual, tuviste que realizar los test en el baño de maestros a la hora de almuerzo antes que comenzara las clases de la tarde.
Todas tus compañeras esperaban afuera del baño, esperando por los resultados. Tu por otro lado te encontrabas sumamente nerviosa sentada sobre la tapa del inodoro esperando a que pasaran los minutos y las pruebas lanzaran los resultados.
Al pasar el tiempo, disidiste hacer pasar a una de tus compañeras más cercanas y le pediste que leyera los resultados de las pruebas ya que estabas sumamente nerviosa. La mujer entro y rápidamente tomo estos, examino uno por uno los aparatos y finalmente te miro sorprendida.
- estas embarazada Maggie - susurro Miriam - de cinco semanas, según esto - te tendió la prueba.
- maldición - susurraste mientras escondías tu rostro entre tus manos.
Apenas el horario de trabajo termino, fuiste directamente al estudio donde sabía que estaría tu novio.
Desde principio de ese mes, Tokio Hotel estaba preparando su regreso con un nuevo álbum, por lo mismo no se habían visto en un par de días, pero aun así se llamaban para saber del otro. En una de esas llamadas, Tom te había dicho que si lo necesitabas que fueras al estudio.
Así que eso mismo hiciste.
Estabas en la puerta del estudio desde hace unos minutos, simplemente parada en la puerta si tocar o no tocar. Pero alguien se adelantó a abrir la puerta dejándote ver a las personas que estaban dentro de la habitación.
- Cariño - Tom se levantó de su asiento con una sonrisa apenas te vio, fue hasta ti abrazándote con fuerza. Te había extrañado - ¿Qué haces aquí, amor? - tomo tu rostro dejando un suave baso en tus labios, tranquilizando un poco tus nervios para sonreír de vuelta.
- necesito hablar contigo, Tom - el chico sabía que el tema era serio, lo llamabas Tom solo cuando estabas enojada o seria - ¿puedes ahora? -
- siempre estaré disponible para ti - volvió a besarte para caminar devuelta y tomar su chaqueta - iré con Maggie a comer, volvemos en unas horas - no pudiste ni saludar al resto cuando Tom tomo tu mano y cerró la puerta del estudio.
Ambos salieron hasta tu auto, sacaste el seguro y ambos fueron a la parte de atrás para conversar más tranquilos.
- ¿estas bien? Estas pálida, cariño - él te rodeo con sus brazos dejando tu cabeza descansando sobre su pecho, abrazaste con tus brazos alrededor de su torso mientras suspirabas - ¿Qué pasa, bebé? -
- Tom... ¿Qué opinas de tener un hijo? - preguntaste sin rodeos. Al escucharte decir eso, Tom paro las caricias de tu cabello y quedo helado por un segundo, nunca había pensado en tener hijos o, bueno, no en el último tiempo.
- me gustaría tenerlos - respondió - pero, encuentro que no es el momento - al soltar esas últimas palabras sentiste salir las lágrimas.
No quiere tenerlo, pensaste.
- ¿a qué viene eso? - levantaste tu rostro de su pecho mientras escondías tu llanto en tus manos - Maggie, amor ¿Qué pasa? -
- estoy embarazada - soltaste la bomba - de... cinco semanas aproximadamente - secaste tus lagrimas mientras te abrazabas a ti misma.
- ¿Qué? ¿hablas enserio? - asentiste. El hombre se dejó caer en el asiento mientras soltaba un gran suspiro.
El ambiente del auto quedo en total silencio, ninguno de los dos soltaba ningún ruido, ambos metidos en sus pensamientos.
- ¿lo quieres tener? - Tom rompió el silencio.
- ¿Qué? -
- te estoy preguntando si lo quieres tener - el tomo tus manos - la decisión es tuya, independiente de eso, yo siempre te apoyare en lo que decidas -
- ¿no quieres que aborte? - preguntaste con temor. Tom al ver como lagrimas caían de tus ojos rápidamente las seco y te abrazo escondiéndote en su pecho nuevamente.
- si tú quieres abortar te apoyare y si no, pues debo empezar a buscar capacitación para papás o una mierda así - rio.
- Tom - te separaste levemente de su pecho para mirarlo - seremos papás - el asintió mientras dejaba un mechón detrás de tu oreja.
- seremos padres - susurro mientras besaba tus labios con dulzura y amor.
Tom por fuera estaba tranquilo y feliz por la noticia, pero por dentro estaba aterrado pero lleno de felicidad por la noticia, temor por no saber qué hacer con un bebé, pero feliz por saber que tendrían un pequeño ser que ambos crearon, inconscientemente, aun así, le entregaría todo el amor del mundo porque era algo de ustedes.
Definitivamente Tom estaba feliz por el bebé en camino.
- te amo - susurraron ambos a la vez mientras se sonreían como tontos.
