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Estabas doblando la ropa de Bill dentro del closet del hospital cuando lo sentiste toser en la camilla del hospital, rápidamente te acercaste para ver cómo se encontraba.
— ¿Cómo estás? — el tomo la libreta que tenía para escribir.
"—mejor—"
— no puedo darte nada para beber, hasta después de la operación. Lo lamento, amor — te sentaste en la silla alado de la cama para tomar su mano libre. Viste como comenzó a escribir algo.
"— está bien, gracias por estar conmigo—"
Sonreíste — no agradezcas, eres mi novio y estaré contigo en las buenas y en las malas —
"— ¿mi mamá y Tom? —"
— fueron a casa, Gustav les tenia hecho comida cuando vine — asintió. Conocías tan bien a Bill, sabias que estaba preocupado y algo triste — ¿Qué sucede, cariño? Estas muy pensativo — viste como tomo su libreta, pero esta vez se tomó más tiempo escribiendo.
"—¿Qué sucede si no funciona? ¿y si jamás vuelvo a cantar? ¿pisar un escenario? ¿disfrutar de lo que hago? —"
Leíste cada pregunta con tristeza. Tratabas de mostrarte fuerte ante la situación, pero no podías. Hace unos días, Bill venia con unos dolores extraños en la garganta, cuando se intensifico y perdió la voz al cantar, lo trajeron de urgencias a la clínica para hospitalizarlo y realizarle exámenes, estos determinaron que tenia un quiste en la garganta.
El doctor había dicho que aquel quiste era operable pero no sabían si Bill volvería a cantar como antes, dejando a todos preocupados y tristes, sobre todo Bill.
— te prometo que después de esto, todo será igual — tomaste sus dos manos — amor, no se como lo hare, pero te juro que volverás a cantar, subir a un escenario y disfrutar de lo que amas — no pudiste aguantar mas y soltaste un par de lágrimas.
El se intento acercar un poco a ti, pero fallando por los tubos que tenía conectada y el respirador, así que solo se soltó de tu agarre para acariciar tu mejilla limpiando tus lágrimas.
— no llores — su voz salió apenas y demasiado rasposa.
— no hables — reprendiste mientras soltabas una pequeña risa — te amo, Bill — besaste su palma que aun acariciaba tu mejilla.
Tomo su libreta para comenzar a escribir de nuevo.
"— también te amo, mi Kiki. Gracias por estar conmigo — leíste para sonreírle.
— te aseguro que todo saldrá bien y volverás a cantar — te levantaste de la silla para dejar un beso en su frente — te prometo que todo será igual — susurraste.
...
Estabas en la sala de espera a que saliera Bill de su operación. Tom se encontraba a tu lado sentado apoyando su cabeza en tu hombro mientras jugaba con el dobladillo de su sudadera, Gustav y Georg daban vueltas por todo el lugar, mientras que Simone y David estaban sentado un poco alejado de ustedes.
Tom se encontraba decaído al igual que tú. La razón de esto fue la nota que dejo Bill con la enfermera para que pudiera entregárselo a ustedes.
"— si no vuelvo a cantar. Quiero que Karen tome mi lugar —"
Al leer esa nota con la perfecta caligrafía de Bill, ambos decayeron de una manera brutal. Tanto tu como Tom amaban al pelinegro y no se imaginaban momentos sin él, sobre todo, no lo imaginaban alejado de lo que mas amaba aparte de ustedes, de la música.
Tom le había dado un ataque de ansiedad, respiraba fuerte y estaba llorando, preguntándose que hacer, lo tranquilizaste abrazándolo y ambos lloraron en los brazos del otro.
Ambos temían por la persona que mas amaban en el mundo, temían que Bill no volviera a cantar.
...
Dos años después...
El tour había finalizado. Los chicos lloraban al igual que tú, pero la única diferencia es que tu estabas tras bastidores apoyando a tus chicos favoritos y a tu novio.
¿Qué había pasado en estos dos años?
Bill se recuperó, con dificultad, pero lo hizo, volvió a cantar como se lo prometiste y no podías estar más contenta. En todo momento estuviste a su lado, desde acompañarlo a su rehabilitación con el fonoaudiólogo hasta las nuevas prácticas, siempre estuviste a su lado, animándolo y que no se diera por vencido, para que, por fin, después de largos meses de recuperación y contantes estudios, Bill volvió a cantar.
Los chicos bajaron del escenario con euforia para acercarse a ti, pero rápido los alejaste al sentir sus sudados cuerpos.
— maldición, no se acerquen — ellos no obedecieron y te dieron cortos abrazos, pero Tom te molesto dejando su gorro sobre tu cabeza — desgraciado — te quitaste el objeto con rabia.
— ¿también me dirás que me aleje? — pregunto Bill llegando a tu lado.
— jamás — te tiraste sobre el para besar sus labios.
Ambos en su mundo, continuaron besándose mientras acariciabas su rostro y el tu cintura y parte de tu espalda.
— estuviste genial, como siempre — susurraste sobre sus labios. El tomo tu rostro alejándose un poco de ti para mirar con detenimiento todo tu rostro, observo cada parte dejándote con la duda — ¿Qué sucede? ¿tengo algo? —
— gracias — hablo.
— ¿por qué? — preguntaste
— por devolverme la esperanza, por darme todo tu amor y acompañarme siempre — se acerco a tus labios — te amo demasiado Karen —
— también te amo, Bill — el dejo un beso corto en tus labios para abrazarte fuerte contra él.
