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Fumando cigarrillos en el techo
Te ves tan linda y me encanta esta vista
— ¿Qué haces aquí? — Bill tomo lugar al lado de la pelirroja que se encontraba en la barandilla del ultimo piso del gran edifico.
— no lo se — de los labios de la joven salió el blanquecino humo del cigarrillo.
Bill observaba las facciones de la pelirroja con atención y detenimiento, apreciando desde sus ojos hasta sus pequeñas pecas en sus mejillas, pero toda su atención estaba en sus labios.
— ¿estas bien? — ella giro su rostro hacia Bill con una suave sonrisa.
— si, solo me agobie con tanta gente dentro — Karen bajo su mirada hacia las manos de Bill, esas suaves y hermosas manos, decoradas con esmalte y anillos para tomarla entre las suyas.
Aquel gesto, hizo que los latidos de Bill se aceleraran a un ritmo increíblemente rápido, sus mejillas se tiñeron de rojo y su actitud nerviosa hizo aparición ante la chica.
— aun te pones nervioso cuando tomo tu mano, bebe — ella tiro el cigarrillo al suelo para jalar la mano del pelinegro y acercarlo a ella para besar los dulces labios de su novio.
Nos enamoramos en octubre por eso me encanta el otoño
Mirando las estrellas, admirando desde lejos
— es demasiado hermoso — Karen suspiro al mirar las estrellas del oscuro cielo.
— te dije que fuera de la ciudad, las estrellas son más hermosas — esta vez el pelinegro hablo.
Ambos estaban sentados en unas bancas de aquella cabaña escondida en el bosque, sobre ellos tenían una abrigada manta tapándolos del frio ambiente del otoño.
— me gusta el otoño — la joven soltó después de largos minutos en un cómodo silencio.
— ¿por? — Bill aun mantenía su mirada elevada hacia el cielo, apreciando el lugar y disfrutando de la tranquilidad.
— el otoño se relaciona mucho con el color café — una suave brisa hizo que la pelirroja cerrara los ojos por un momento — me recuerda a ti, por tus ojos — ella hablo.
— ¿mis ojos? — el pelinegro volteo su rostro un momento hacia Karen, para mirarla. Ella estaba con los ojos cerrados sintiendo la helada brisa.
— si... me gustan mucho, pero mas me gustas tu — Bill giro el rostro para mirar a la pelirroja con una sonrisa en su rostro.
Mi chica, mi chica, mi chica
Tú serás mi chica
Mi chica, mi chica, mi chica
Tú serás mi mundo
Bill camino por el pasillo de la gran casa hasta llegar al balcón al final del pasillo donde estaba Karen. el deslizo sus brazos desde atrás por la cintura de la pelirroja. Karen al sentir el dulce aroma de Bill en su nariz, sonrió.
— aquí estas — susurro el rubio al oído de su novia.
— ¿Cómo estuvo ese ensayo? — Karen decidido apoyarse en el pecho del mas alto para mirar las escasas estrellas que eran tapadas por la contaminación lumínica de la ciudad de Los Ángeles.
— agotador — suspiro Bill en el cuello de la pelirroja.
— ¿quieres descansar? ¿o comerás algo? — la chica acaricio las manos tatuadas de su novio con cariño mientras el escondía su rostro en el cuello de ella.
— solo quedemos nos aquí. Solo quiero estar contigo, con mi chica — hablo Bill dejando castos besos en el cuello de la joven.
Nos enamoramos en octubre por eso me encanta el otoño
Mirando las estrellas admirando desde lejos
Mi chica, mi chica, mi chica
La hermosa boda se llevaba a cabo en el patio trasero de la gran casa de ahora el matrimonio Kaulitz—Brown. Ambos adultos bailaban el suave vals mientras las hojas otoñales caían sobre ellos, creando un hermoso ambiente.
Todos sus amigos y familiares asistieron a la modesta boda, algo que siempre quisieron. La vida de la pareja siempre fue caótica y bastante expuesta al ojo público. Lo que mas querían, después de años y años de estar frente a millones de personas, era estar con aquellos que estuvieron en las buenas y malas.
Ahora, después de casi siete años de noviazgo y quince de conocerse habían decidido decir el "acepto" y compartir sus vidas hasta el último día de sus vidas.
— ahora siempre serás mía — susurro el rubio sobre los labios de su ahora esposa.
— siempre lo fui — ella mostro esa característica sonrisa — nos conocimos en otoño, nos enamoramos en otoño y ahora te prometo en la misma estación, serte fiel y amarte a pesar de todo — Karen hablo mientras acariciaba los cabellos de la nuca de su esposo.
— fumando un cigarrillo te veáis hermosa en esa helada noche de octubre. Octubre es mi época favorita, porque fue donde te conocí — Bill acariciaba la cintura de la pelirroja con suavidad — te amo, Karen Brown —
— te amo, Bill Kaulitz — ambos sellaron sus palabras con un beso lleno de cariño y amor.
Era el principio de una nueva etapa en sus vidas, donde venia alguien en camino, pero, aun no se lo diremos.
