El semestre, después de cinco largos y sufridos meses, estaba terminado. Habías aprobado siete de ocho materias, reprobando la más difícil del semestre que lamentablemente tendrías que volver a tomar el próximo año.
Aun así, estabas tranquila y un poco triste, pero al fin de cuentas tranquila y con tres semanas de vacaciones.
El día miércoles habías dado tu ultimo examen (el cual reprobaste, pero era una responsabilidad menos) llegaste tan cansada y agotada que no recordaste que ese día llegaba Bill de su gira.
Bill por otro lado, sabia que dabas ese examen, así que sabía que no llegarías a recogerlo al aeropuerto como de costumbre.
El grupo tomo el vehículo que los llevaría al hogar de Tokio Hotel, pero Bill decidió quedarse esa noche contigo, por lo mismo, el chofer tomo camino a tu departamento.
Al llegar, se despidió de su hermano y amigos, estos burlándose de Bill. El pelinegro tomo camino hasta tu departamento y abrió la puerta con la llave que le habías dado hace meses.
Dejo su maleta en la sala y fue directo a tu habitación, encontrándose contigo durmiendo plácidamente en la cómoda cama.
Bill sonrió ante la tierna vista de ti, durmiendo envuelta entre la calidad mantas. En silencio decidió acercarse a ti, tomando asiento a tu lado, acaricio tu cabello con cariño mientras dejaba besos en tu mejilla.
— Kiki~ — susurro con cariño.
Al sentir una presencia a tu lado, poco a poco fuiste abriendo los ojos para encontrarte con esos hermosos ojos cafés que amabas tanto.
— Bill~ — nombraste del mismo modo que el y te levantaste para sentarte sobre el para abrazarlo — Te extrañe, cariño — el sonrió envolviendo sus brazos en tu cintura.
— yo también — ambos susurraban entre la oscuridad como si compartían un secreto entre los dos — ¿aprobaste? — tu rostro cambio un poco, dejando ver ese semblante triste que Bill odiaba ver en ti.
— reprobé estadística — susurraste dejando caer una lagrima la cual, Bill seco rápidamente.
— pero ¿aprobaste los demás? — asentiste — tranquila mi niña. Es una materia difícil de pasar, pero cuando lo vuelvas a repetir te conseguiré un tutor para que te ayude ¿sí? — asentiste aun soltando unas cuantas lagrimas — tranquila mi niña, me alegro que aprobaras las demás y saques tu carrera adelante — Acaricio tus mejillas con amor mientras se acercaba para juntar sus labios en un hermoso beso.
Después de tanto tiempo, sentiste esa paz que tanto extrañabas, esa sensación de calidez y de protección solo la tenías cuando estas con Bill.
— te amo demasiado — susurraste.
— también te amo, mi vida —