¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cerraste la puerta del baño con cuidado para no despertar a tu novio y caminar hasta el mueble donde habías dejado tu bolso con anterioridad. Con cuidado, de el sacaste tu bolsa con maquillaje para alistarte para tu ultima clase del semestre antes de que iniciaran los jodidos exámenes.
Te volteaste a la cama para verificar que tu novio aun dormía, pero este te estaba observando en silencio con una sonrisa.
- pensé que aun dormías - con tu pequeña bolsa en mano te acercaste a tu novio. Al estar a su lado, te sentaste y dejaste un beso en sus labios.
- ¿A dónde vas? - pregunto viendo cómo te sentabas derecha y sacabas tus cosas del bolso.
- tengo mi última clase hoy, te lo dije anoche - hablaste mientras ponías tónico en tus manos para hidratar tu cara.
Él te miraba detenidamente, analizaba cada uno de tus movimientos mientras te ponías tu crema y protector solar en tu rostro.
- solo recuerdo como gemías mi nombre - dijo sin una pisca de vergüenza, al escuchar sus palabras tu rostro tomo un tono rojizo.
- Tom - le reprendiste mientras tomabas tu delineador.
- pero si es verdad - él se sentó derecho, aun tapado por las sábanas de la cintura hacia abajo, tenía el torso descubierto. Volteaste un momento para verlo, él te encontró mirándolo y sonrió con picardía - pervertida -
- con que cara lo dices tu - molestaste a lo que Tom rio. Con curiosidad tomo tus cosas, observando y leyendo las etiquetas de los empaques, tomo uno de tus labiales y lo abrió dejando ver el un lindo color nude.
- oye, ese es el que te compre en parís - hablo señalando el labial, lo miraste y sonreíste.
- obvio que sí, tú eres el que siempre compra estas cosas tan caras - terminaste de poner rubor en tus mejillas, estabas por tomar el labial de las manos de tu novio, pero él no te lo permitió - Tom, se me va hacer tarde, pásamelo - le pediste y el negó.
- yo quiero ponerlo en tus labios - el analizó sus palabras - y no hablo del labial - con picardía se acercó a ti para dejar cortos besos en tus labios y bajar a tu cuello mientras desabrochaba un botón de tu blusa para dejar ver tu sostén blanco de encaje.
- amor - reprochaste - pone el labial rápido, Beth pasara por mí en unos minutos - le dijiste viendo el reloj de su cuarto. Al ver que no se detenía, pellizcaste su brazo. Él se separó indignado por tu acción - rápido - señalaste el labial.
- mandona - susurro. Alzaste una ceja y él se incorporó para concentrarse en poner con delicadeza el labial en tus labios.
Al tener su rostro tan cerca de ti, analizaste este con detenimiento y atención, sonreíste al verlo tan concentrado en ti y como te trataba con delicadeza, estabas tan enamorada de él. Era increíble como pasaban los años y cada vez el sentimiento se hacía más fuerte, lo amabas demasiado.
Al inicio de la relación, no creíste cuando te propuso intentar algo más después de sus múltiples encuentros sexuales y de las contantes escenas de celos que hacía cada vez que se enteraba que salías con otros hombres, no creíste que funcionaria hasta el día en que una entrevista admitió estar sumamente enamorado de una chica normal, pidiendo que respetaran tu privacidad. Cuando eso paso, te diste cuenta que iban enserio y se dejaron querer, ambos tuvieron fallas como pareja, pero lo resolvieron y aquí están, cinco años después, tu con veintitrés y el veinticuatro años.
- listo - el guardo la barra en el contenedor y te viste en el espejo, en una parte se había pasado así que lo arreglaste y juntaste tus labios para que quedara uniforme el color
- eres el mejor - te acercaste a Tom y le diste un leve beso en sus labios, dejado un poco de labial en estos. Cuando te separaste y el hizo un mohín.
- dame otro - pidió - vamos, nos veremos hasta la tarde - volviste a acercarte a él y juntaste tus labios nuevamente, pero esta vez en un beso más profundo y pasional.
El beso casa vez se hacía más apasionado, a lo que Tom tomo tu cintura y he hizo que te sentaras sobre su regazo, acariciaste sus brazos y pecho descubiertos mientras que él, acariciaba tu trasero y muslos, aun en su momento tu teléfono empezó a sonar y un grito hizo que se separaran.
- ¡Maggie, Beth está afuera! - grito Gustav - ¡está molesta! -
- mierda - te bajaste rápidamente del regazo de tu novio y tomaste tu bolso, metiendo tus cosas y cerraste el bolso. Rápidamente volviste a acercarte a tu novio para despedirte.
- nos vemos luego - le diste un casto beso - deberías limpiar tus labios, te amo - te despediste para salir rápidamente de la habitación, al pasar por la sala le gritaste a los chicos que te ibas y saliste de la casa hasta llegar al auto de tu gruñona amiga.
- lo siento, tenía cosas pendientes - hablaste mientras entrabas al auto, ella levanto una ceja y soltó una carcajada.
- uy si claro, tu cosa pendiente te dejo el labial corrido y la blusa desbrochada, se te ve el sostén - Beth se burló mientras hacía andar el auto.
Rápidamente arreglaste tu ropa y sacaste el espejo de tu bolso, al ver tus labios te reíste para después arreglarlo. Tom y tu eran una cosa bárbara.
