MASACRE
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Narrador: Tercera persona
Moscú, Rusia.
El despejado cielo de Moscú será testigo de un baño de sangre, en el puente del norte se hará el intercambio más importante de estos tiempos. Aquí se decide si la guerra concluye sin bajas importantes, o si se le da comienzo a una era sangrienta donde solo un líder de alzará en la cima de la jerarquía de la mafia.
Pero está claro que eso sólo le importa a Edmond Blanc, ya que a él no le secuestraron ni un hermano, padre o hijo, todo lo contrario de los otros dos rivales, la italiana de cabello azabache está tan tensa que puede desmayarse en cualquier momento; el ruso por primera vez siente miedo de perder a su hijo, pero Edmond Blanc solo piensa en que esto tiene que salir bien, sino le pueden meter un tiro entre ceja y ceja.
Su contacto le envió el plan por la madrugada, él francés lo estudió al derecho y al revés, las instrucciones son claras, no todos pueden salir vivos. Su mujer Dilay solo desea reencontrarse con Antonella, claro solo para presumir que le quitó al novio que tanto necesitaba, se cree superior porque pasó de ser "la otra" a ser "la oficial"y desea echarle eso en cara a su antigua mejor amiga.
Antonella se mueve en el jet privado de su familia, junto a Gerónimo Rizzo, Adal Müller y toda la jerarquía que la respalda, incluyendo los escoltas de cada líder, tiene los hombres suficientes como para crear un ejército. Todos tienen la orden clara, ni Edmond, ni Dilay, ni Fiodor pueden salir vivos de ese puente, después de presenciar lo que la mujer es capaz de hacer, ninguno quiere estar en su radar.
En tanto el capitán Meyer va de aquí para allá en la oficina de la central de Berlín, tiene un mal presentimiento y eso es muy raro en él, no deja de beber varios vasos de whisky ni de acabar con los cigarrillos uno tras otro. El cenicero está al tope de las cenizas de los cigarrillos que ha fumado, está tan alterado que incluso el corazón le late en los oídos; presiente que algo muy grande se está llevando a cabo y no está equivocado, pues de qué tan bien o mal salga el intercambio será el destino que su abuelo, Lev decida para su nieto.
Fiodor aprecia la foto de su esposa, diciéndole que va a traer a su hijo con vida pues no permitiría que le hagan lo mismo que a ella. En la habitación continúa, Edmond no deja de embestir a Dilay, está tan excitado con la idea de reencontrarse de esta manera con su ex novia, claro está que no pretende decirlo en voz alta, y no por Dilay; su orgullo no le permitió admitir que en el fondo sigue deseando a Antonella, la extraña y el "amor" no ha disminuido en todos estos meses.
Antonella no quita los ojos de la ventanilla, pues acaban de llegar a Moscú y ver esta ciudad no hace más que revolverle los intestinos, en su mente divagan los ojos de sus padres, quienes parece ser que desde el más allá le piden que haga esto bien, que no permita que asesinen a su hermano. Igualmente piensa en su sobrino y que no quiere que crezca sin un padre, pues ella más que nadie puede entender el dolor que causa la ausencia de una figura paterna.
Fiodor y Edmond no dimensionan lo que Antonella está armando, una trampa perfecta que hará que ellos mueran si o si; mientras que ella llega al puente en tiempo récord, su gente le indica los edificios donde se van a ocultar, tienen la distancia prudente como para que nadie pueda verlos, ella ordena que tomen sus posiciones, pues aunque falten dos horas para el encuentro, no piensa permitir una sola falla.
Los líderes prefieren quedarse escondidos, por sí Antonella necesita refuerzos, ella accede pues tienen razón, una nunca sabe, esconde a la mitad de su ejército entre las camionetas y los pilares que sostienen el puente. De pronto el cielo se empieza a nublar, avisando de una tormenta, algo provoca que a la italiana le empieza a doler el pecho, no es la primera vez que le pasa y cada vez que sucede, algo sale mal. Prefiere no agobiarse, necesita estar serena y tranquila pues en media hora llegarán las ratas.
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OBSESIONES QUE QUEMAN [1°] [EDITANDO]
RomanceDesde que Antonella tiene uso de razón sabe las leyes de la mafia. 1.- Da tu vida por el líder. 2.- Se leal al líder. 3.- Elimina las piedras del camino de tu líder. 4.- Jamás te enamores del enemigo. Esas son unas cuantas de las leyes que regían a...