CAPITULO 45

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PLAN PARÍS

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Antonella Rinaldi

—¿Tú qué sabes del "Plan París"?—cuestiono Walter, a la defensiva

—Hasta hace una semana no sabía nada, pero ahora le puedo contar absolutamente todo.—me relaje en la silla—. Porque… no todo empezó cuando yo creí, no, fue mucho antes…

»Mi hermano y yo no tenemos a ningún agente en nuestro radar, a menos que sea altamente peligroso, y hasta el año pasado, usted no formaba parte de nuestras prioridades, hasta que en Marzo de 2017 mi hermano me asignó la tarea de matarlo. Y para llegar al punto de que me lo pidieran a mí, usted debía ser tremendo dolor de huevos, y no me equivoqué. Pero para eso, hay que retroceder meses atrás, el día en que a usted le asignaron la misión de acabar con los hermanos Rinaldi. Una misión nada fácil debo admitir, seguramente intentó varias cosas como combatir terroristas o buscar traidores en nuestras filas, hasta que se dió cuenta de que éramos impenetrables, por ello tuvo que pensar más allá de lo común.

Walter se mantiene callado, escuchando lo que digo.

—Se dió cuenta que la única manera de matar a mi hermano, era joderlo desde dentro, pero como yo era sus ojos, debían derribarme a mi primero, creyeron que porque era mujer seria fácil, pero no tardaron nada en darse cuenta de que mi entrenamiento era como el de ustedes.—bebí de mi vino—. Hasta que tuvieron una carpeta con toda mi información en sus manos, y se dieron cuenta que el único entrenamiento con el que no contaba, era psicológico.

»Le aplaudo darse cuenta que la única manera de joderme era metiéndose en mi mente, y justo en ese momento tuvieron un hilo del que tirar e idearon un simple pero maravilloso plan. El cual empezó desde la fiesta de gala en casa de los Roux, bien me pudieron arrestar y torturar, porque ahí estaban todos los agentes del FBI y escuadrones, y sabían que yo estaba ahí, pero no lo hicieron. Me dejaron ir, y a partir de ahí, nada fue casualidad, cada encuentro que tuve con usted capitán, fue estratégicamente calculado, cada jodido encuentro estaba en su maldito plan.

Conforme avanzó con la historia me doy cuenta que voy por el camino correcto.

—Pudo volver a atraparme en el club, aquella noche en que estaba ebria, y no lo hizo, en cambio me llevó a su casa y… omitiré los detalles, pero se comportó como un buen hombre y uno muy apasionado, y me volvió a dejar escapar.—no borraba mi sonrisa—. Y así, poco a poco se me fue metiendo en la cabeza, al punto que llegó en que no lo entregue con mi hermano cuando se infiltraron en Italia, en ese momento sus atenciones fueron más constantes, los regalos costosos, las palabras bonitas, el sexo, las caricias, todo, absolutamente todo formó parte de su plan.

»Incluyendo el día de mi cumpleaños, sabía que yo me sentía tan sola que correría a sus brazos, por ello ya tenía preparado todo, desde ese desayuno, comida y paseo, incluyendo la cena y ese baile que terminó en un buen polvo sobre la mesa. Yo creí que usted era atento, y vaya que lo fue, porque con cada conversación guardaba detalles importantes, como por ejemplo: el perro, el diamante rojo, la comida Mexicana y mucho más.

Siento que las lágrimas surgen, pero me prohibo llorar frente a toda esta gente.

—Ese último viaje a México fue lo que le confirmó que su plan había sido un éxito, dos meses en los que estuvimos más que juntos. Y en nuestro regreso, después de visitar a mi hermano…—el pecho me late con violencia—...le confesé que lo amaba, al fin su plan había surtido efecto, pero ahora debía ser paciente… muy paciente a que terminará de caer, navidad le sirvió para reforzar ese amor.

OBSESIONES QUE QUEMAN [1°] [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora