CAPITULO 19

1.7K 113 4
                                    

¿UNA VIDA CON ELLA?

═════•⋆★⋆•═════

Walter Meyer

Siempre me he rodeado de mujeres hermosas, cada una tiene algo que la destaca de otras, pero ver a Antonella es como si todas se unieran y me dejarán ver a la creación más hermosa de la naturaleza; me gustaría saber que tiene, descifrar aquello que me hace desearla como lo hago, eso que me atrapa cada vez que la tengo enfrente, o eso que me ayuda a recordarla.

La observó dormida con el cachorro en mi cama, lleva puesta una de mis camisas y con sus bragas, hace frío en Berlín y por ello tiene encima una cobija pero sus piernas ya están de fuera, mientras que el perro se hace de un gran espacio. Hades también está en la habitación, solo que él está en su cama despierto y haciéndome compañía.

«¿Qué hago?», esa pregunta la tengo hace días, no se porque hice lo que hice hoy, ni porqué ahora la dejo descansar tan plácidamente en mi cama, joder no entiendo un carajo de nada y eso me frustra más de lo que me gustaría. Terminé saliendo de la habitación para irme al balcón de la sala, enciendo un cigarrillo mientras busco la respuesta a aquello que me causa conflicto. El frío nocturno me envuelve mientras mi cabeza piensa y piensa, no me gusta esto, no me gustan las sensaciones que me causa tenerla cerca.

—¿Por qué me desvíe del camino?—me cuestionó al tiempo que suelto un suspiró

Mi trabajo era fácil, pero esos ojos verdes me hicieron fallar y por primera vez volví a quedar mal con mi equipo, y eso no puede ser. Estoy harto de todo, me molesta todo y entre más lo pienso, más coherente es mi elección.

«¿Esperaba tener una vida con ella?», solo es la hermana de mi enemigo y nada va a cambiar eso, yo debí matar a Franco Rinaldi, es mi única misión, seguir metiendome con la hermana no me está llevando a nada bueno, por ello regresó a la habitación y de mi armario tome unos vaqueros, una playera, mi chaqueta de cuero y mis botas, me visto a toda velocidad y le doy una última mirada a Antonella.

Me acercó a la cama, mis dedos cosquillean con la idea de tocarla, pero me contengo y me obligó a solo tomar las llaves de mi auto y mi casa, se que no se va a quedar así que por ello no me molestó en nada que no sea irme de ahí. Subí al auto y arrancó con dirección a la central de los Tödliche, salí de la ciudad y en medio de la nada divisé la construcción monstruosa. Los muros de acero me abren las puertas cuando muestro mi placa, ingreso al lugar.

Consiste en tres torres diferentes, dos de las torres son los dormitorios de los agentes y la torre más grande es la zona administrativa, dónde se llevan a cabo las reuniones o donde se encuentra mi oficina. Me encamino a mi dormitorio donde me pongo el uniforme táctico negro, me voy directo a mi oficina que está vuelta mierda con tanto papel. Me fijo en el mapa mundial que me indica dónde se encuentra cada clan de la mafia importante.

Tomé la carpeta de Franco Rinaldi y la releí por milésima vez, se que algo se me está escapando, reviso hasta que la vista me falla y tengo un mareo. Alguien llamó a mi puerta, y se abre paso mi compañera Adeline.

—Agente 002.—saludé

—Capitán, buenos días.—me extiende un vaso de café—. Café americano con una de azúcar.

—¿Qué hace aquí, Adeline?

—Nos acaban de informar que el cadáver que estuvo en Kiev era de Annika Sakoleva.—me da los estudios—. Los Rinaldi la mataron.

—¿Algún avance con lo que les pedí?—deje las hojas sobre la mesa

—Nada capitán, se desconoce la ubicación de Edmond Blanc.—afirmó

OBSESIONES QUE QUEMAN [1°] [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora