꒰ Daddy Issues ' ♡ᵎ 국민.

♡: O15.

❛El pequeño desgraciado❜

JiMin tenía sus piernas ridículamente separadas, sin ropa interior, sosteniendo con sus manos el borde de su camiseta para que no rozara contra su entrepierna.

Dolía.

El pequeño desgraciado dolía.

‘Pequeño desgraciado’ era un apodo que le puso al pequeño desgraciado que estaba creciendo ahí abajo.

Lo que le había mencionado a JungKook sobre que su clítoris iba a crecer ya estaba ocurriendo. Aún era pequeño, especialmente en longitud, pero, se había puesto más... gordito. De verdad comenzaba a parecer un micro-pene (énfasis en micro, de chiquitito).

Le daba un poco de extraña ternura, ya que, era tan rosadito y gordito, creciendo poco a poco, haciéndolo sentir orgulloso. Aunque esa ternura desaparecía cuando el pequeño desgraciado se ponía tan sensible que terminaba doliendo.

JiMin ya sabía sobre que eso se pondría sensible, pero no creyó que tanto...

Nada podía rozar al pequeñín, porque JiMin lo sentiría. Ni siquiera un mínimo roce. Y ni hablar de realmente tocarlo, porque ahí lo sentiría demasiado, al punto de que iba a dolerle.

Parecía que en ese momento se había puesto ultra sensible, y tal vez JiMin estaba siendo demasiado dramático, semi-desnudo en esa extraña posición. Ya que, los pequeños roces no eran realmente dolorosos, pero si absurdamente placenteros.

No iba a mentir, se sentía bien cuando rozaba contra su ropa interior, tal vez demasiado bien. Y eso, más el hecho de que la testosterona lo ponía caliente, era una mala combinación. Así que, últimamente había pasado más tiempo del que debería manoseándose, no iba a mentir.

Inconscientemente, JiMin ya tenía su mirada clavada ahí abajo.

Y, viéndolo así, comenzaba a parecer menos una parte femenina. Parecía un pene, uno chiquitito, pero lo parecía. De repente, soltó un sonido de sorpresa, dándose cuenta de algo terriblemente obvio. Parecía su pene.

A JiMin nunca le había importado mucho lo que tenía ahí abajo, se había acostumbrado a no pensar en sus genitales como algo femenino (además de que, era... conveniente a la hora de tener sexo), y eran raras las ocasiones en las que le provocaba disforia. Aún así, en el mundo ideal, tendría un pene, y la idea de que ese chiquitín lo era, lo hacía sentir feliz.

Soltó un pequeño chillido, emocionado ante la idea. El pequeño desgraciado no era tan malo, sí, podía doler y sentirse raro, pero era su pene. Decir que 'tenía un pene' era casi gracioso, se escuchaba más como un chiste raro que una realidad.

Pero ahí estaba, ese pequeño desgraciado, su pene chiquitito.