꒰ Daddy Issues ' ♡ᵎ 국민.

♡: O25.

❛Miau, solo miau❜

JiMin frunció el ceño, concentrado en pensar que podía hacer, pues debía distraer su mente de tanto Pokémon...

De verdad, había pasado más tiempo del que quería admitir jugando a eso, y no iba a permitir que eso ocurriera por otras tres horas.

Culpaba a TaeHyung, que de alguna manera logró convencerlo de comprar una consola de videojuegos, y ahí estaba... adicto a Pokémon.

Se había convertido en alguien que nunca creyó.

Era malo para él estar tan adicto con algo, pues su percepción del tiempo era inexistente, y terminaba pasando cinco horas seguidas jugando Pokémon cuando originalmente solo debían ser unos minutos.

Pero TaeHyung tenía razón en algo, había Pokémon muy lindos. Y Sylveon era el mejor Pokémon alguna vez inventado, desde el segundo que lo vió, JiMin decidió eso, un vistazo a lo completamente adorable que era fue suficiente, y sus colores solo ayudaron a eso*, tan solo comprobando aún más porqué era el mejor Pokémon alguna vez inventado.

Pero eso no importaba, ahora debía encontrar algo más que hacer... cualquier cosa para distraer su mente que le gritaba ‘vamos a por otras tres horas de Pokémon, wiii!’.

¡Oh! Ya sabía que podía hacer: origami. Sonaba aburrido, pero no lo era, además de que habían pasado años desde que lo hizo por última vez. Hace unos diez años había estado obsesionado con ellos, incluso tenía una cajita donde guardaba todo lo que hacía, se preguntaba que le había pasado a esa cajita, pues se había quedado en casa de su padre, tal vez ya estaría en la basura... eh, no importaba, ahora podía comenzar a formar una nueva colección.

Tampoco es como que tuviera un verdadero talento para hacer origami, al contrario, se consideraba malísimo en ello. Los únicos origamis que alguna vez hizo eran los más sencillos de un libro que tenía el montón de tutoriales, y ahora no tenía ningún libro, pero recordaba unos cuantos.

Así que fue por una libreta para arrancar una hoja, y cuando la tuvo, la encontró como la perfecta opción, pues las hojas eran perfectamente cuadradas. Dobló la hoja a la mitad, en un triángulo, y luego ambas puntas hacia arriba, y dobló hacia abajo el trozo que sobresalía. ¡Gualá! Era un gato, bueno, solo la cabeza, pero era un gato.

Debería dibujarle una carita o algo, pues se veía muy triste y ambiguo así a secas. Terminó por dibujarle una carita simple, dos puntos como ojos, su boquita, una nariz en forma de corazón, y sus bigotes. Ahora parecía más el gato que se suponía y era.

Era lindo, ¿no?